El griego Albert Bourla vendió su participación a horas del anuncio del éxito de su vacuna experimental contra el coronavirus.
El gigante farmacéutico argumentó que la ley habilita a «principales accionistas y personas con información privilegiada» a hacer este tipo de operaciones en la bolsa.
Bancos y laboratorios, dos de los negocios que aún con su costado turbio y poco escrupuloso, son mucho más que rentables. Y Albert Bourla lo acaba de comprobar en persona.
Bourla es el CEO de Pfizer y según informó Reuters, vendió acciones de su propiedad por 5,56 millones de dólares el mismo día que ese laboratorio y su partner BioNTech anunciaron que la vacuna anticoronavirus que desarrollan tuvo un 90 por ciento de efectividad.
Un documento regulatorio señala que esa venta se hizo hace 48 horas –el lunes 9 de noviembre–, cuando Pfizer informó datos positivos sobre su vacuna experimental COVID-19. Ese emporio farmacéutico explicó la venta es parte de un plan de negociación preanunciado por Bourla el 19 de agosto de 2020.
El CEO de Pfizer vendió 132.508 acciones a 41,94 dólares por acción, según la presentación de la Comisión de Bolsa y Valores el martes 10 de noviembre.
“La venta de estas acciones es parte de la planificación financiera personal del doctor Albert Bourla y un plan (…) que, según las reglas de la SEC, permite a los principales accionistas y personas con información privilegiada de las corporaciones que cotizan en bolsa negociar un número predeterminado de acciones en un momento predeterminado ”, comunicó Pfizer.
Albert Bourla, de 59 años, es griego, y a los 34 dejó su país para comenzar su camino en la industria farmacéutica. Orgullosos de ese origen helénico, el medio Greek Reporter le dedicó un informe el martes 10, cuando Pfizer y BioNTech hicieron el anuncio esperanzador en medio de la pandemia.
Detallan que la familia Bourla son judíos sefardíes y llegó a Salónica (Grecia) procedente de España hace unos seis siglos.
Los Bourla fueron joyeros, comerciaron diamantes, joyas y relojes en los Balcanes, y construyeron dos edificios importantes en la ciudad, uno de ellos, la Mansión Marroquí.
Albert Bourla es descendiente de los pocos sobrevivientes de la comunidad judía de esa ciudad, exterminada casi en su totalidad por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
A poco de graduarse en medicina veterinaria en la Universidad Aristóteles, Albert Bourla, trabajó como tal -es decir-veterinario. En 1993 ingresó a la sede de Pfizer en Grecias como doctor en medicina veterinaria y director técnico de la división de sanidad animal.
Y tres años más tarde trabajar en varios puestos, y pivoteó por cuatro países hasta que entre 2005 y 2019 fue presidente de la división de salud animal de Pfizer para Europa, África y Medio Oriente, y luego Europa, África y Asia Pacífico.
Y presidente de grupo del negocio global de vacunas, oncología y salud del consumidor de Pfizer. Y en 2019 se convirtió en director ejecutivo del laboratorio que hoy está en la mira del mundo por su vacuna experimental.