Mauricio Macri descartó cambios de gabinete tras una jornada cargada de versiones de renuncias pero no pudo calmar las internas que se suceden en el Gobierno tras la derrota por 15 puntos contra Alberto Fernández.
Las diferencias entre ministros y dirigentes de Cambiemos se dan por estas horas sobre la decisión de iniciar o no la transición hacia el próximo gobierno, ordenar el descalabro económico y dejar la campaña en un segundo plano.
Macri y su candidato a vice Miguel Pichetto se mostraron públicamente en la línea de Marcos Peña, impulsor de una campaña de «todo o nada» contra el kirchnerismo, aún después de la inesperada paliza que recibió el presidente.
En algunos sectores del Gobierno esperaban que el Jefe de Estado tuviera un «gesto de grandeza» y reconociera la derrota no sólo con palabras sino con hechos concretos, como cambios importantes en el gabinete -en especial la salida de Peña-, anuncios de medidas económicas y un llamado a la sociedad para traer tranquilidad ante la disparada del dólar. El gesto de grandeza no llegó y por eso hay decepción en la militancia con Macri.
En varios sectores de Cambiemos están pidiendo un cambio de paradigma para saltearse la doctrina peñista de campaña y actuar con una cordura que no exhibió el propio líder del PRO tras culpar a la sociedad por el resultado electoral.
El ex ministro de Producción y actual asesor presidencial, Francisco Cabrera, fue uno de funcionarios que propuso empezar a ordenar el Gobierno para abandonar el poder de la mejor manera.
Amigo de Macri, Cabrera, que semanas atrás diagramaba el hipotético gabinete del segundo mandato de Macri, habló con varios colegas del gabinete con la premisa de preparar la salida del gobierno a fin de año. En otros ministerios, funcionarios de segunda y tercera línea pidieron indicaciones al ministro para comenzar a cerrar expedientes.
El embajador en China, Diego Guelar, publicó en Twitter que es «imperativo garantizar la gobernabilidad» hasta el 10 de diciembre. «El gobierno saliente y el entrante tienen responsabilidad compartida para evitar una debacle mayor», indicó el embajador, dando por descontada la derrota de Macri en primera vuelta.
El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, que fue junto a Jorge Macri el único jefe comunal del Conurbano que ganó en las Paso, también se mostró a favor de la transición. «Es necesario un acuerdo rápido de la dirigencia», señaló.
La presión para que Macri abandone la campaña y se dedique a preparar el terreno para su sucesión también proviene del mundo empresario, donde incluso se especuló con que el presidente baje su candidatura y apoye a Roberto Lavagna.
«El Gobierno debe salir del modo electoral y ponerse en modo transicional», aseguró José Urtubey, dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA).