Si bien las reglas todavía no son tan estrictas como en muchos paises, el Gobierno nacional ya advirtió sobre el distanciamiento social: tratar de salir lo menos posible, evitar compartir mates, besos, dar la mano y mantener una distancia de 2 metros con las personas para evitar que se propague el virus.
Anoche incluso se estableció el cierre de fronteras y la suspensión de clases por 14 dias entre otras medidas.
A estas recomendaciones se suman el acuerdo llevado a cabo con el gobierno provincial con varios municipios de suspender todos los eventos público y funcionamientos de lugares nocturnos para favorecer las medidas.
En este contexto, podemos observar las imágenes del boliche “Lío” Resistencia donde pareciera que nada de esto importa: no interesan los seis infectados en la provincia, incluído el segundo muerto por coronavirus, y no interesa la cantidad de casos sospechosos que según muchos estiman podrían aumentar, importa muy poco que alguna de esas personas esté infectada y contagie a otros, quizá a alguna persona que pertenece a la población más sensible frente a este flagelo.
Al parecer, necesitamos reglas estrictas y policías o niñeros encima, que nos marquen lo que está bien y está mal. Al parecer necesitamos ver más contagiados y/o muertos entre nosotros, porque todo lo que vimos hasta ahora durante casi dos meses de ventaja, sobre la cantidad de cosas que se hicieron mal, entre las que se destacan la falta de conciencia de la gente y el control del Estado, parecen no alcanzar.
Fuente: (Diario 21.TV)