A la crueldad de las ejecuciones clandestinas y de la desaparición forzada en el marco de la Masacre de Margarita Belén, ahora se agrega un nuevo acto de perversión; las pericias del Equipo de Antropología Forense determinaron que los restos óseos de dos de los fusilados, Manuel Parodi Ocampo y Arturo Franzen, fueron intercambiados por el Ejército al momento de ser entregados a sus respectivas familias.
Cuando falta muy poco para que se cumplan 43 años de la Masacre, un nuevo dato viene a sumarse a la reconstrucción de ese crimen emblemático del accionar del terrorismo de Estado en la región, como siempre, al tranco de la labor incansable de familiares, organismos de DD.HH, la Justicia y en este caso, una vez, el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Crueldad sin límites
Sucede que luego de realizar una serie de análisis genéticos de los restos óseos exhumados en las tumbas de dos de los fusilados aquel 13 de diciembre de 1976, los misioneros Manuel Parodi Ocampo y Arturo Franzen, se logró constatar que en realidad los cadáveres entregados a las familias, en cajónes cerrados y en un marco de extrema coerción, con la prohibición que fueran abiertos, fueron intercambiados por el Ejército Argentino al momento de la entrega en el Cementerio San Francisco Solano
El hallazgo viene a confirmar la crueldad sin límites del terrorismo de Estado, al extremo de extender el calvario de sus víctimas y sus deudos aún luego de la muerte, y ya sea desaparecer sus cadáveres o en como en este caso “falsear” la supuesta entrega.
En ese sentido cabe destacar que tan sólo en la región hay una lista de 16 personas desaparecidas, entre víctimas de la Masacre de Margarita Belén, dirigentes e integrantes de Ligas Agrarias, y demás militantes durante los años ’60 y ’70.
Entre los desaparecidos vinculados a la Masacre , se encuentran Fernando Piérola, Roberto Yedro, Reynaldo Zapata Soñez, Eduardo Fernández, Delicia González y Raúl Caire.
La verdad histórica
Aquella orden de no abrir los cajones generó incertidumbre en las familias de Parodi y Franzen, por lo cual en septiembre de 2017 solicitaron la realización de pericias para constatar la veracidad de lo acontecido.
Fue así como la Fiscalía Federal y la Unidad de Búsqueda del Gobierno del Chaco formalizaron un pedido ante la Jueza Federal Niremperger que ordenó el análisis por parte de EAAF.
Los restos fueron exhumados en la localidad de Posadas, mediante la extracción de restos óseos para realizar un análisis genético, los cuales fueron cruzados con muestras de sangre de los familiares de cada uno. El resultado vino a confirmar finalmente que los cuerpos de Manuel Parodi Ocampo y Arturo Franzen habían sido intercambiados.
Parodi Ocampo, con el nombre de Franzen, fue inhumado en el Cementerio Municipal La Piedad; y el segundo fue enterrado, con el nombre del primero, en el Cementerio Parque Tierra de la Paz, ambos de la localidad de Posadas.
Por esta razón próximamente con la intervención del EAAF y la participación de ambas familias, se deberá proceder al cambio de los cuerpos que finalmente cada uno tenga la sepultura que realmente le corresponde.
Manuel y Luis
Manuel Parodi Ocampo nació el 16 de abril de 1952 en San Pedro del Paraná, Paraguay y al poco tiempo su familia se instaló en Misiones. El 21 de noviembre se casó con María José Presa Kelly, quién también fue secuestrada y pasó por la Brigada de Investigaciones, razón por la cual brindó testimonio en los procesos judiciales a genocidas (Caballero y Masacre de Margarita Belén).
La pareja se mudó Resistencia a fines del ’75, en una casa en la avenida Italia Nº 1025. Manuel militó en la Juventud Peronista. Muchos lo recuerdan por su capacidad para hablar y discutir en las asambleas estudiantiles: “Era un orador de primera, estudiaba antes de ir a una asamblea”. Formó parte de la organización Montoneros, y fue asesinado en Margarita Belén a los 24 años, quedando su cuerpo irreconocible.
Luis Franzen nació en Posadas el 10 de enero de 1952, hermano mayor de una familia católica de siete hijos. Fue delegado de los trabajadores de Correo en el Sindicato y militante de la Juventud Peronista. En 1974, participó en la organización del primer Sindicato de Empleadas Domésticas.
Fue presidente de la Comisión Pro Recuperación de Tierras, representando a 200 familias que reclamaban la propiedad de sus chacras. Estuvo detenido en la Brigada de Investigaciones de la Policía de Chaco, e integró el grupo de presos políticos que fue llevado desde la U7 a la Alcaidía, el 12 de diciembre, para luego ser asesinado en Margarita Belén. Tenía 24 años.
Fuente: (Comisión Provincial por la Memoria Chaco)