A través de la Resolución 0383 de 2018, el Municipio de Resistencia aprobó el Protocolo de Contingencia para la gestión de las emergencias ocasionadas por eventos hidroclimáticos consistentes en anegamientos e inundaciones.
La normativa establece el esquema de organización del Centro Operativo de Emergencias (COE), presidido por el intendente e integrado por los secretarios del departamento Ejecutivo.
El COE organizará los recursos humanos, económicos y financieros para prevenir y morigerar los efectos de las inundaciones y anegamientos teniendo en cuenta la zonificación de la ciudad. Además, activará los mecanismos de vinculación con otros municipios del Área Metropolitana del Gran Resistencia (AMGR) y con las instituciones y organismos públicos provinciales y nacionales, en caso de que el monitoreo y la evolución de la contingencia así lo indique, se informó desde la comuna en un parte de prensa.
“El protocolo define las acciones a desarrollar antes, durante y después de las emergencias generadas por precipitaciones intensas o abundantes y crecidas de ríos y lagunas”, aseguró el secretario general Raúl Codutti.
Así, explicó que “establece indicaciones claras y precisas acerca de la actuación de las áreas del Municipio abocadas a la atención de dichas situaciones y pretende optimizar la intervención de instituciones y organismos de otros niveles de gobierno y la participación voluntaria de los vecinos”.
Este instrumento se asienta en el reconocimiento de la existencia de riesgos hidroclimáticos que originan situaciones de emergencia en el territorio del municipio. Reconoce, además, la necesidad de fortalecer la gobernanza local para gestionar dicha situación mediante estrategias que aumenten la capacidad de prevención, respuesta y recuperación a las emergencias.
CUESTIONES OPERATIVAS
En cuanto a los aspectos operativos, el instrumento contempla cuatro fases de actuación: Preliminar, Atención, Desactivación, y Recuperación, con el detalle de las acciones a desarrollar por las áreas municipales que integran el COE.
Se establece también el mecanismo para la declaración de la emergencia, así como el régimen de aplicación de la Ordenanza 2873 (Contrataciones) para generar una respuesta oportuna y acorde a la magnitud del fenómeno.
“El protocolo pretende mitigar, a través de una respuesta organizada y efectiva, los impactos negativos ocasionados por los anegamientos e inundaciones en la ciudad”, agregó el funcionario municipal.
En este sentido, recordó que si bien el Área Metropolitana dispone de un sistema de defensas, estaciones de bombeo y diques que regulan las crecidas ordinarias los ríos Paraná y Paraguay, que protege a la ciudad y limita la vulnerabilidad hídrica, no la suprime por completo.
“Los impactos negativos de los anegamientos e inundaciones se han agravado en las últimas décadas por el avance desordenado de la urbanización, formal e informal, en zonas de riego hídrico, sumado al progresivo relleno de los reservorios naturales que ha acelerado el escurrimiento superficial y ha disminuido la superficie de infiltración y la capacidad de absorción del agua procedente de las precipitaciones”, concluyó Codutti.