Trabajadores cesanteados del Municipio de Fontana se movilizaron ayer a la sede del Concejo local para reclamar la reincorporación de unos 40 empleados que recibieron los telegramas de aviso de fin del vínculo durante los últimos días.

Se trata de personal de distintas áreas de la Comuna de la ciudad del Abrazo Cordial, que mantenían un vínculo laboral con la intendencia a través de contratos de servicio que, en algunos casos, fueron rescindidos y en otros no se renovaron.

Entre los extrabajadores reina la desesperación. En diálogo con NORTE, Alberto Bejarano, uno de los cesanteados, contó que «desde la llegada de la nueva gestión, repitieron, tanto el intendente como distintos concejales, que no despedirían a nadie; sin embargo, comenzaron a llegar los telegramas notificando la finalización del vínculo».

La descripción es literal. En el telegrama, al que tuvo acceso este matutino se le informa al trabajador la rescisión del contrato, avalado por la Resolución N° 3806/23; en virtud de la cláusula 8va del contrato que establece que «podrá rescindirse, por cualquiera de las partes, mediante notificación fehaciente con cinco días de anticipación». 

Los trabajadores afectados entienden que «no hay razones» para disponer la cesantía de quienes, hasta hace menos de dos meses, cumplían tareas de las más diversas en la Comuna.

«No queremos hablar de persecución política, pero en rigor, la recisión de los contratos no se explica por otras cuestiones porque no nos informaron las causas que generaron la toma de esta decisión», reflexionó Bejarano.

Entre los despedidos, hay situaciones variadas. Algunos trabajadores comenzaron su vínculo en los últimos años, pero otros venían prestando servicio desde hace más de una década, en condiciones precarias que implican los contratos.

«No vamos a permitir que nos traten de ñoquis, acá hay gente que viene haciendo tareas importantes, y trabajando de manera comprobable desde hace años: primero dijeron que no iban a echar a nadie, pero no paran de llegar los telegramas», aseguró.

Ayer, un grupo de trabajadores se acercó a la sede del Concejo para plantear la situación e intentar iniciar un diálogo que permite restablecer el vínculo con la Comuna.

«Queremos concretar una audiencia con el intendente, Fernando Cuadra, o con los concejales para saber si existen posibilidades de volver a nuestros puestos porque significa el sustento para nuestras familias», planteó.

De no lograr este objetivo, los trabajadores analizan realizar un acampe frente al Municipio