El equipo del Cholo Simeone perdía 2 a 0 en Anfield, pero lo dio vuelta en la prórroga, se impuso 3 a 2 ante el campeón del mundo y se clasificó a cuartos de final.

Atlético Madrid remontó un partido épico ante el Liverpool, se impuso 3 a 2 en Anfield y, con ese resultado, se clasificó a los cuartos de final de la Champions League. El equipo del Cholo Simeone la pasó mal durante varios momentos del partido, pero reaccionó en la prórroga y dio vuelta un partido que había comenzado perdiendo 2 a 0.

El arquero Jan Oblak fue el encargado de sostener el resultado en los momentos calientes, Marcos Llorente metió dos tantos y Álvaro Morata cerró el resultado. Georginio Wijnaldum y Roberto Firmino habían abierto el marcador para el equipo de Jürgen Klopp. El resultado global de la serie fue 4 a 2 para Atlético Madrid, ya que en la ida el conjunto español se impuso 1 a 0.

De esta manera, el último campeón del mundo quedó eliminado de la Champions y no podrá sostener su reinado. Cómodo líder de la Premier League, Liverpool se llevó un duro golpe ante el plantel del Cholo Simeone, que construyó un triunfo épico, inolvidable, que queda en la historia del club.

Al final del primer tiempo, Wijnaldum puso el 1 a 0 para el local. Con ese resultado, el equipo inglés volvía a respirar, ya que de momento igualaba la serie. Ese resultado se mantuvo durante toda la segunda parte. Liverpool merecía mucho más, pero se encontraba con una barrera: el arquero Jan Oblak era el encargado de liderar la resistencia. Su actuación era memorable.

La serie, entonces, se fue a la prórroga. Pero Liverpool golpeó rápido en el alargue: Roberto Firmino cabeceó, la pelota dio en el palo y le quedó el rebote, que aprovechó para poner el 2-0 que le daba la clasificación al local. El conjunto del Cholo Simeone comenzaba a caminar al borde de la eliminación.

Pero tres minutos más tarde, el arquero de Liverpool, Adrián, cometió un error y Marcos Llorente no perdonó. Fue gol. Era el descuento que le daba a los españoles el boleto a los cuartos de final. En Anfield no lo podían creer.

El equipo de Klopp comenzó a fallar. Obligado a buscar un gol más, dejó espacios en la última línea. Y entonces Llorente apareció de nuevo en una contra y marcó el 2-2 que, ahora sí, dejó en silencio a lo locales. En la última jugada, Morata metió el 3 a 2 que coronó un día inolvidable.