El cántaro fue tantas veces a la fuente que terminó haciéndose añicos. Y la vigente campeona del Mundo, Alemania, sufrió un descalabro histórico en este Mundial de Rusia.
Lo hizo después de una nueva tarde para el olvido, pero que será muy recordada, porque pocas veces se volverá a ver caer a una de las selecciones más laureadas de todos los tiempos ante Corea del Sur, que llegaba al partido casi eliminada.
Por primera vez en su historia dice adiós al Mundial la selección germana en la fase de grupos y verifica así la maldición que persigue al campeón, que ha hecho que cuatro de los últimos cinco campeones hayan dicho adiós por la puerta de atrás.
Parecía que se había levantado Alemania después de vencer a Suecia. Pero en realidad solo había agotado los milagros.
La heroica en este caso no fue la solución para un equipo que se creyó excesivamente superior a su rival. Le obligó Suecia a tener que lograr el triunfo, pero la presión de los resultados se llevó por delante esta vez al vigente campeón. Kim y Son, en el descuento, con Alemania volcada, provocaron la primera gran sorpresa del torneo, que además les deja último.
Desde los amistosos no se vio al equipo que hace cuatro años humilló de forma histórica a Brasil en el Mineirao
La trayectoria de Alemania parecía la crónica de una muerte anunciada desde hace tiempo. Desde los amistosos no se vio al equipo que hace cuatro años humilló de forma histórica a Brasil en el Mineirao.
No supo Joaquim Low dar con la tecla que activase definitivamente y, ya en Rusia, penó por cada partido como un equipo menor. Cayeron ante México, sufrieron ante Suecia y en su tercer partido certificaron un batacazo mostrando además una impotencia impropia de la tradición alemana.
El enésimo experimento de Low en este Mundial hizo aguas de nuevo, pero esta vez definitivamente. Los numerosos cambios en el once restaron personalidad y carácter a su equipo y lo transformaron en un grupo incapaz de generar peligro sobre la portería de Corea del Sur.
En un primer tiempo para olvidar, la campeona del Mundo tardó 38 minutos crear su primera ocasión, si es que así se puede considerar el pobre disparo de Hummels dentro del área.
Por tercera vez en este Mundial jugaba con fuego el combinado alemán. Ante una selección que no debería haberle hecho sombra concedió oportunidades realmente sonrojantes. La primera fue generada por Neuer, que no atrapó un disparo de Son desde la frontal. El balón cogió un efecto extraño y el portero rechazó el balón hacia el medio de la portería. Ese primer aviso hizo reflexionar al equipo alemán. De golpe el dominio que en los primeros minutos se adivinaba repleto de valentía, se convirtió en un ejercicio de prudencia en el que solo Werner y Reus se salían de la norma.
Llevó el timón de nuevo Ozil, recuperado tras su castigo ante Suecia. Mandaba Alemania hasta ser capaz de instalarse totalmente en campo contrario, sin embargo un centro lateral y un córner sin peligro fueron todas las ocasiones en media hora. El atasco era total. Sin velocidad en los últimos metros y sin claridad para dar el último pase. Un desespero tras los vividos en las dos últimas jornadas.
Fue Suecia quien elevó definitivamente la temperatura cuando empezó a marcar goles ante México
En el combinado asiático, que necesitaba un auténtico milagro para acceder a octavos, destacó de nuevo Son. El del Tottenham monopolizó el juego ofensivo de su equipo y él solo fue capaz de crear nerviosismo entre Sule y Hummels, los centrales de Alemania para este partido.
Pero fue Suecia quien elevó definitivamente la temperatura cuando empezó a marcar goles ante México. Lo de Low estaban obligados a lograr al menos un gol. De nuevo tenían que apelar a la épica para evitar la eliminación.
Goretzka y Werner lo probaron al comienzo del segundo tiempo con sendos remates a los que respondió Woo, el portero coreano que se ha convertido en una de las revelaciones del Mundial. Low recurrió a sus clásicos Mario Gómez y Muller para buscar el gol que necesitaba.
Pero Alemania se lo tomaba con calma. Planteó un dominio más intenso y con más riesgo, pero sin demasiada prisa hasta los metros finales. Y fueron de nuevo los coreanos los que lograron llevar más peligro a la portería alemana.
Jugaba a la ruleta rusa la campeona del mundo ante una Corea que ya nada se jugaba en el torneo. Suecia redondeaba su triunfo con un tercer gol que permitía a Alemania clasificar con tan solo un gol, pero los nervios eran cada vez mayores y la precisión brillaba por su ausencia.
Low quemaba el último cartucho con Julian Brandt para inclinar el campo definitivamente. Y ahí golpeó Corea. Primero Kroos regaló un gol a Kim al saque de un córner. Después, Son redondeó su partido con un tanto a puerta vacía cuando Neuer ya estaba en el área rival.
Un descalabro de proporciones históricas que no se recuerda, porque nunca ha pasado. Alemania, la selección más potente en los últimos cuatro mundiales, dice adiós por la puerta de atrás. Ahora llegarán las críticas hacia el seleccionador, muchos se acordarán de Sané, de Ter Stegen…
El campeón se ha consumido a sí mismo y deberá buscar nuevos referentes. Pero será de cara al futuro, en Rusia han de hacer las valijas.
Ficha técnica:Corea del Sur, 2 – Alemania, 0
2 – Corea del Sur: Choo Hyun-woo; Lee Yong, Yun Young-sun, Kim Young-gwon, Hong Chul; Jung Woo-young, Jang Hyun-soo, Lee Jae-sung, Moon Seon-min (Ju Se-jong, m.69); Koo Ja-cheol (Hwang Hee-chan, m.56; Ko Yo-han, m.79) y Son Heung-min.
Seleccionador: Shin Tae-yong.
0 – Alemania: Neuer; Kimmich, Süle, Hummels, Hector (Brandt, m.79); Khedira (Mario Gómez, m.58), Kroos, Goretzka (Müller, m.63); Özil, Reus y Werner.
Seleccionador: Joachim Löw.
Goles: 1-0, m.92: Kim Young-Gwon. 2-0, m.96: Son Heung-Min.
Árbitro: Mark Geiger (USA). Amonestó a Jung Woo-young (m.8), Lee Jae-sung (m.23), Moon Seon-min (m.48) y Son Heung-min (m.65), de Corea del Sur.
Incidencias: partido correspondiente a la tercera y última jornada del Grupo F, diputado en el estadio Kazán (Arena) ante 41.835 espectadores.