PRONÓSTICO EXTENDIDO

El United de Mourinho y Romero gana la «Europa Ligue» y vuelve a disfrutar la gloria en Europa

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Manchester United vuelve a levantar un título en Europa. De la mano de José Mourinho, el equipo inglés recuperó la mística y se quedó con la Europa League tras superar por 2-0 a Ajax en la final de Estocolmo, Suecia.







Es el tercer título del entrenador inglés en su primera temporada en Manchester tras conseguir la Community Shield y la Copa de la Liga. Sergio Romero también levantó la copa y obtuvo su primer título continental, el sexto desde que está en el Viejo Continente (dos con AZ Alkmaar y cuatro en el United).

También fue el sexto de Marcos Rojo (dos con Estudiantes), que estuvo en los festejos en traje y con muletas mientras se recupera de una grave lesión.

De esta manera, el equipo inglés accedió a la Champions League de la próxima temporada (no tenía boleto tras quedar sexto en la Premier) y también jugará la Supercopa de Europa ante el ganador de la final del 3 de junio entre Juventus y Real Madrid.

El equipo de José Mourinho, el candidato en los papeles, apostó por un esquema conservador y se defendió cerca de Sergio Romero con un 4-5-1. Pasó poco en el primer cuarto de hora, apenas un zurdazo de Bertrand Traoré que Chiquito neutralizó sin problemas.







Pero a los 18, tras una mala salida desde un lateral defensivo de Ajax, el United se puso en ventaja por un zurdazo del francés Paul Pogba que se desvió en el colombiano Davinson Sánchez (ex Atlético Nacional de Medellín) y descolocó al arquero nigeriano Andre Onana.

Con la ventaja, Manchester United cedió aún más el balón y el terreno, y le trasladó toda la presión y la obligación de revertir el marcador al Ajax, que tiene un plantel con un promedio de edad de 22 años y 282 días (el más joven de la historia de las finales europeas). Una contra para los ingleses podía ser letal…

Y a los 24, Antonio Valencia se escapó por derecha y definió fuerte, al primer palo. Esta vez, Onana despejó el peligro. Fue la jugada más clara -después del gol- de un primer tiempo opaco, en el que ambos equipos se mostraron nerviosos, imprecisos y muy contenidos; con más miedo a perder que de asumir riesgos en busca del título.