Gianluca Lapadula Vargas, un futbolista de 27 años, decidió tiempo atrás apostar a ganador. Pero a veces las jugadas obvias no son las mejores.
Nacido en Turín, Italia, pero de madre peruana, decidió rechazar en febrero de 2016 la oferta que le hizo el director técnico argentino Ricardo Gareca de jugar para el combinado nacional de Perú. Lapadula prefirió esperar la convocatoria ―que finalmente llegaría― de la selección italiana.
Lo que nadie imaginaba era que finalmente la ‘azzurra’ se quedaría afuera de la Copa del Mundo por primera vez en 60 años y que Perú volvería a clasificar luego de más de tres décadas.
Un famoso refrán sostiene que «el pez por la boca muere», y parece que a Lapadula se le aplica a la perfección. El pasado 30 de marzo, el delantero ―actualmente a préstamo en el Genoa, aunque su pase pertenece al AC Milán― brindó una entrevista al portal de Red Bull en italiano.
Allí reconoció que cuando Gareca le propuso jugar para Perú sintió «una gran emoción». «Todo el mundo habría dicho que sí, pero decidí creer en lo que podría parecer imposible y salí ganando», sentenció. La expresión hacía referencia a la convocatoria para jugar en el equipo nacional de Italia, donde fue citado para un amistoso con Alemania, aunque debutó oficialmente contra San Marino en un 8 a 0 donde convirtió tres goles. «Apuesto a mí mismo y esta era la mejor inversión que podía hacer», enfatizó.
Comprensivo, Gareca sostuvo en diálogo con RPP Noticias que «son decisiones personales». El director técnico apuntó: «Fuimos porque era de madre peruana, entonces ante esa posibilidad queríamos contar con él».
Sin embargo, el futbolista le dijo que «no conocía nada de Perú, que lo iba a pensar». Por eso, para el seleccionador argentino «era predecible» y la respuesta estaba «dentro de lo razonable». Hoy ya no parece tan así.