La rosarina, proveniente de la qualy, arrasó con la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova por 6-3 y 6-2, se metió en los octavos de final de Roland Garros y saltará varias posiciones en el ranking de la WTA cuando termine el torneo. Dejará aquel 131° puesto con el que llegó a la capital francesa y se irá con un lugar en el selecto top 100 por primera vez en su carrera.

Además, por si eso fuera poco, también hace historia porque se transformó en la primera argentina que avanza a esta instancia del Grand Slam francés desde que Gisela Dulko lo hiciera en 2011.

Puño apretado para Podoroska. Foto: EFE

«Estoy muy contenta por cómo estoy jugando. Todas estas son experiencias nuevas para mí. Es mi primer cuadro de Roland Garros y creo que ir ganando partidos de la manera que lo estoy haciendo me da mucha confianza. Schmiedlova es una rival muy complicada, sobre todo en estas condiciones que está muy lento todo: mete muchas bolas, es muy sólida. Pero creo que jugué bien, también fui sólida y por momentos muy agresiva. Así que me voy contenta», aseguró Podoroska apenas terminó el partido en el court 14.

¿Sueña con más? ¿Por qué no? El cuadro se abrió y todo parece ser posible, sobre todo si se observa la evolución en su juego. «Quiero ir partido a partido, ver lo que hice bien y lo que hay que mejorar. Para mí son todas experiencias buenas, pero hay que ir con calma», agregó.

Es, por lejos, el mejor año de la carrera de la argentina, que está haciendo su segunda aparición en un torneo de los grandes. Nadie arrancó 2020 con todo y logró 14 triunfos en forma consecutiva.

La pandemia le impidió jugar, pero está claro que no frenó su impulso. Luego del parate por el coronavirus, Podoroska ostenta un récord de 20 victorias -las últimas 11 en forma consecutiva- y apenas tres derrotas.

Este buen momento que se prolonga en el tiempo también le permitirá ser la primera argentina que se cuela entre las 100 primeras desde que Paula Ormaechea lo lograra en septiembre de 2014. A cada paso, un hito.

La acumulación de partidos ganados se traduce obviamente en un alza en la confianza. A tal punto que este viernes borró de la cancha a Schmiedlova, 161 del mundo, quien venía de dar la gran sorpresa en París al eliminar a la bielorrusa Victoria Azarenka (14), reciente finalista del US Open.

La rosarina, a los 23 años, tiene un 2020 inolvidable. Foto: EFE/EPA/JULIEN DE ROSA

La argentina no se quedaba atrás: venía de lograr su mejor victoria -ante una top 30, la kazaja Yulia Putintseva (27) por 6-3, 1-6 y 6-2- y de convertirse en la primera tenista argentina en pasar a la tercera ronda de Roland Garros tras seis años, ya que en 2014 lo había hecho la propia Ormaechea.

La tenista de 23 años no aflojó y siguió mostrando su mejor tenis en la cancha 14 del complejo parisino. El primer set lo arrancó con un doble break a favor y variantes en su juego, desde profundidad hasta drop shots.

Sin embargo, Schmiedlova no se dio por vencida y concretó tres games consecutivos para recortar la distancia. Luego, pidió atención médica, algo que no afectó la concentración de Podoroska, quien al reanudarse el juego aseguró su servicio y luego volvió a quebrar el de su rival para ganar el set por 6-3.

En el segundo, la fórmula pareció repetirse; esta vez, con cuatro juegos consecutivos para la argentina. Schmiedlova, sin embargo, prolongó la agonía con dos quiebres consecutivos -Nadia logró recuperar uno- que llevó a la argentina de la posibilidad de cerrar el partido con su saque a quedar 5-2 con Schmiedlova al servicio.

Sin embargo, Podoroska estaba determinada a ganarse ese pasaje a octavos de final. Generó un triple match point y concretó el primero para ganar el partido en una hora y 39 minutos. Espera por la vencedora del duelo entre la eslovaca Barbora Krejcikova y la búlgara Tsvetana Pironkova, semifinalista de Wimbledon en 2010 que llegó al torneo francés tras recibir una invitación.

Ahora, seguirá por el camino que Dulko había iniciado hace nueve años y que ninguna otra tenista argentina había logrado recorrer. De hecho, si gana no sólo se meterá entre las 70 mejores, sino que superará lo hecho por la pareja de Fernando Gago que en aquellos octavos de final de 2011 cayó con la francesa Marion Bartoli. La última argentina que llegó a cuartos de final en París fue Paola Suárez en 2004.

Podoroska, la misma que ganó el oro en los Juegos Panamericanos de Lima y aseguró su participación en Tokio 2020, ya está en la segunda semana del último Grand Slam de una temporada extraña pero inolvidable para ella.

«Gracias por el aguante he recibido muchos mensajes de apoyo e la Argentina. En especial de la AAT que le está dando un impulso importante al tenis femenino, que realmente lo necesitamos. Hoy las chicas debemos afrontar condiciones muy difíciles para desarrollarnos en toda Sudamérica para jugar. Así que si mis triunfos sirven para darle un impulso y mostrar que se puede, creo que va a ser bueno. Ojalá sea así», cerró desde París.