on la jugada diseñada por el ministro Sergio Massa y el presidente del Banco Central Miguel Pesce, el Gobierno logró renovar el 64% de los vencimientos de bonos de deuda pública en pesos en manos de inversores privados y, de esa manera, logró derribar los muros que tenía por saltar en marzo, abril, mayo y junio.

El canje se extendió más de lo previsto y una norma del BCRA permitió mejorar el nivel de aceptación, que hasta el mediodía se encaminaba a estar apenas por encima del 50%.

Según consignó el Ministerio de Economía, del monto total se logró despejar vencimientos por más de $ 4,34 billones, extendiendo la curva a 2024/2025. En torno a la participación, “para los vencimientos de abril, mayo y junio el nivel de aceptación alcanzó el 61,5%, mientras que para los vencimientos de marzo (incluyendo la operación realizada en enero) la participación superó el 72%”. “En suma, el porcentaje de adhesión alcanzó el 64% de los títulos elegibles”, señaló la información oficial.

En el Palacio de Hacienda destacaron que, con la operación, se “despeja la incertidumbre sobre los vencimientos de deuda de los próximos meses, contribuyendo a preservar la sostenibilidad de la deuda del Tesoro”.

En el quinto piso señalaron diferencias con las últimas operaciones de conversión de activos, debido a ciertas especificidades técnicas: “En primer lugar, por el cambio en la estructura de los plazos de las canastas ofrecidas.

Los nuevos instrumentos colocados alcanzan una vida promedio superior a los 18 meses, mientras en que las últimas dos operaciones de conversión (nov-22 y ene-23) los instrumentos colocados tuvieron una vida promedio de 8,9 y 7,9 meses, respectivamente. Asimismo, se destaca que todos los instrumentos poseen vencimientos a partir de 2024, más allá del período electoral”.

Otro de los puntos destacados es el tamaño de la operación, que incluyó 4,34 billones de pesos a diferencia de los $0,9 y $2,9 billones canjeados anteriormente. Y también porque “la base de las principales entidades públicas era significativamente menor”.

“Las tenencias del BNA, BCRA y FGS alcanzaban el 34% de los títulos elegibles, habiendo participado con la totalidad de tenencias en la última operación de conversión que incluía vencimientos de marzo.

En Economía calificaron de “fuerte” al acompañamiento de los bancos participantes, entre los que señalaron como más relevantes al Banco de la Nación Argentina (BNA), el Banco de la Provincia de Buenos Aires (BAPRO), el Galicia, el Santander, el Credicoop, el Banco Ciudad y el ICBC.

 “El perfil de tenedores concentraba una significativa participación de fondos comunes de inversión y tesorerías corporativas, que por sus flujos de negocio mantienen un horizonte de inversión de corto plazo”, destacó la información oficial.

“Todos los actores coincidieron en la relevancia de esta operación, dado que contribuye a suavizar el perfil de vencimientos de deuda del Tesoro, reduciendo la incertidumbre y mejorando las condiciones de financiamiento. Además, destacaron la importancia de iniciativas que propendan al desarrollo del mercado de capitales y la estabilidad del sistema financiero”, afirmó Economía, en un comunicado de prensa.

Antes del cierre del canje, el secretario de Finanzas del Ministerio de Economía, Eduardo Setti, aclaró la extensión el procedimiento: “Por pedido de tres entidades financieras y un FCI, el cierre se extendió hasta las 17 horas”, señaló en su cuenta de la red social Twitter. Ese mismo canal había utilizado para moderar las expectativas de adhesión, que inicialmente estaban en el orden del 60%, para llevarlo a casi el 50%, con un despeje de 3,5 billones de pesos.

“Estamos iniciando la operación de conversión de los instrumentos de deuda del Tesoro que permitirán despejar del horizonte cortoplacista más de 3.5 billones de pesos. Con este proceso de reordenamiento y extensión de la curva soberana en pesos, lograremos preservar la sostenibilidad de la deuda. Esta operación de gran relevancia es prioridad máxima de esta gestión, cuyos resultados contribuirán a garantizar mayor confianza, previsibilidad y estabilidad”, había señalado.

Durante la jornada se conoció que el Directorio del Banco Central modificó una norma clave para lograr mayor interés en la renovación de bonos de los inversionistas, que permitirá la integración de encajes bancarios con títulos públicos CER y Duales, de plazo residual entre 300 y 730 días.