Una familia de cuatro integrantes necesitó en septiembre por lo menos $70.532 para no estar en situación de pobreza y $30.014 para no revistar en la indigencia, de acuerdo con la información difundida este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Los montos son el resultado de un alza de 3.2% de la Canasta Básica Total (CBT), que marca el tope de la pobreza, y del 2,7% en la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que establece el límite de la indigencia, en ambos casos menos que la inflación general del 3,5%.
En cuanto a la evolución interanual, la canasta de pobreza tuvo un incremento del 49,4%, también inferior a la inflación del período, pero la de indigencia superó al Índice de Precios al Consumidor de los últimos doce meses, con un alza del 54,5%, lo que deja en evidencia el mayor aumento de los alimentos en relación con el resto de los componentes del IPC.
Los datos del organismo nacional se dieron a conocer días después de que la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires indicara que en el distrito fueron necesarios el mes pasado por lo menos $70.049,14 para no caer en la pobreza, $36.890,51 para no estar en condiciones de indigencia y $108.674,24 para ser considerados de clase media.
En todos los casos, los recursos indicados no incluyen el alquiler de vivienda ni las expensas comunes, ya que no son considerados gastos de consumo.
El incremento de los precios de los productos de consumo masivo, en especial los alimentos de la canasta básica, podría repercutir en una suba de los niveles de pobreza e indigencia del segundo semestre, que el INDEC dará a conocer en marzo de 2022.