La llegada de Donald Trump al Gobierno de los Estados Unidos fue con un mensaje claro: «compre norteamericano y contrate norteamericanos».
El Departamento de Agricultura anunció que el ingreso de limones argentinos al país del norte quedará congelado por 60 días, tiempo necesario para analizar si se importará o no, nuestro producto.
En el mes de diciembre Mauricio Macri había señalado que la exportación del cítrico a Estados Unidos era «una demostración de la seriedad y confianza que podemos generar como país».
En aquel momento el secretario de Comercio Miguel Braun había difundido en un spot bajo el nombre «limones a Estados Unidos desde 2017. Más comercio, más producción, más trabajo».
En las últimas horas el ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile, se había mostrado confiado de que Trump respetaría el acuerdo alcanzado con la administración de Barack Obama al relatar que se cumplieron «todos los pasos que consagra la ley de EE.UU.» y remarcó que «el procedimiento de ingreso está aprobado».
Con esta decisión, se mantiene en pie la política proteccionista proclamada, una y otra vez, por el nuevo Presidente de los Estados Unidos.
Ahora será trabajo del Macri y los funcionarios del Gobierno nacional intentar destrabar el parate anunciado por el Departamento de Agricultura norteamericano.