El expresidente presentó ante la Justicia una denuncia contra la exprimera dama, por «violación de secreto y su difusión» y habló de «de campaña de desprestigio» y de «escarnio público».
El expresidente, Alberto Fernández, presentó ante la Justicia una denuncia contra la ex primera dama, Fabiola Yañez, por «violación de secreto y su difusión» y habló «de campaña de desprestigio» y de «escarnio público».
En medio de la causa penal por violencia de género sumada a los hechos de corrupción en la causa de Nación Seguros, el exmandatario sostiene que: «es malicioso y evidente que se ha lanzado una campana de desprestigio sobre mi persona hacienda correr versiones falsas que me dañan, afectan también a mis hijos, hermanos y a terceras personas».
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
En el escrito presentado, la queja de Alberto Fernández se basa específicamente en la difusión de los videos de Tamara Pettinato. «Dicha información está contenida en el teléfono, que era de mi propiedad, que le regalé a mi hijo Francisco con aplicaciones que servían para su esparcimiento, y que contenía mi galería de fotos personal», afirma y agrega: «Por ello, este aparato de mi propiedad que contenía información, privada, se encontraba en poder de la querellada, pero que de ninguna manera tenía derecho a explorar y mucho menos a difundir».
Fernández afirma en la presentación que: «Fabiola Yañez accedió a mi celular privado, personal, con usuario y contraseña, que se la di al solo efecto de que mi hijo Francisco lo use. De forma dolosa utilizo dicha facilidad y se apoderó de esas imágenes y las difundió a través de terceros para que se vean en cadena nacional, mancillando mi honra y el de otras personas».
Respecto del accionar del periodismo, el expresidente sostiene: «Quiero dejar expresa constancia de que el periodismo tenía información antes que se suba al sistema LEX100”, respecto a la información del celular de María Cantero de donde se desprendió las imágenes donde se la observaba a Fabiola Yañez golpeada. “También quiero dejar expresa constancia de que mi defensora solicitó la extracción de testimonios a fin de que se investigue” la “filtración de los datos”.
«No es mi intención iniciar acciones legales respecto de todos los medios periodísticos, por lo que digan de mí, pero todo tiene un límite. Sobre todo cuando se me acusa en virtud de hechos tan graves como la violencia dee genero y se aprovecha ese contexto para mancillar los nombres y el honor de otras personas.»
Por último aclara: «Es indudable que he sido víctima de una intromisión ilícita en mi privacidad por parte de terceros y es un deber estatal que se recobre el Estado de derecho a fin de sancionar dichas conductas. Para finalizar este relato, debo mencionar aquellos videos que aparecieron en los medios de comunicación que estaban en mi teléfono en los que me encuentro con la señora Pettinato. Corolario de ello son las 3 exposiciones de un mismo video que denotan la intencionalidad subyacente en darlos a conocer en partes separadas con el propósito de dañarme».