Se trata de unas 200 familias productoras, entre el Este y el Oeste, que llevan adelante una producción sostenible, con productos orgánicos para consumo y comercialización.
La Secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente impulsó el desarrollo productivo en El Sauzalito y las familias de la comunidad wichí ya están sacando su producción a la venta y para el consumo personal. Se trata de unas 200 familias productoras, entre el Este y el Oeste, que en un total de 90 lotes llevan adelante una producción sostenible, con productos orgánicos.
Cultivan cebollas, perejil, remolacha, verduras, hortalizas, papas, batatas, mandiocas, maíz, y comenzarán a experimentar con maní. Además, para diciembre estará lista la producción de sandía, calabaza, melón, y zapallo tronco. “Para tener una referencia, unas cinco familias que mantienen una huerta de 60 metros cuadrados, hasta ahora llevan recaudados unos 100 mil pesos”, señaló Eduardo López, encargado de acompañar a los productores.
Los productores venden en la zona con muy buenos resultados con repartos a domicilios y verdulerías bajo previo acuerdo de precios para no tener inconvenientes por la competencia. La comercialización se incentivó con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que otorga el gobierno nacional a través de Anses. “Por ejemplo, nos vimos superados por la demanda de lechuga, no llegamos a cubrir todo lo que nos pedían”, resaltó López.
En el inicio de la gestión al frente de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente Marta Soneira nombró a Eduardo López al frente del proyecto que buscaría, junto a becados de la Escuela Agropecuaria de El Sauzalito, cumplir el anhelo de los pobladores de volver a trabajar y a producir la tierra. Para ello, se gestionó una bomba de riego para la zona y se comenzó a trabajar.
Soneira destacó la importancia de que muchas hectáreas de tierras que se encontraban abandonadas vuelvan a ser productivas, dando trabajo a los pobladores y aseguró que la Secretaría continuará impulsando estas acciones para que más personas puedan sumarse y contribuir al desarrollo sostenible de la zona. “Las familias de la comunidad wichí que se encuentran trabajando en la producción tienen la posibilidad de generar un sustento para sus familias, algo fundamental en tiempos complejos como los que atravesamos”, manifestó.
Procesos de limpieza y siembra
En las hectáreas del lado Oeste se desarrollan distintos tipos de siembras. Ismael Coria, docente bilingüe, maestro de la Escuela 821, recibido de Técnico en la Escuela Agropecuaria de El Sauzalito es uno de los emprendedores de mayor empuje que cumple un rol fundamental para la expansión de esta iniciativa.
En tanto el trabajo iniciado en el Oeste impulsó a las familias del Este, donde 22 lotes, empezaron a limpiar sus terrenos para ponerse a trabajar la tierra y ya cuentan con cinco hectáreas listas para la siembra. La tarea contó con el acompañamiento de la Secretaría a través de la técnica Agrónoma Mariana Gay, quien reunió a un grupo de 17 mujeres para la limpieza de los lotes y logró desarrollar, hasta el momento, una huerta comunitaria de 50 metros cuadrados.
“Algunas mujeres ya no pueden trabajar la tierra, se dedican a hacer artesanías mientras acompañan al resto, muchas lo hacen juntos a sus hijas e hijos, nietos y nietas, y también hicieron huertas en su casas, lo que producen lo ponen a la venta pero además les sirve para el consumo, mejorando su alimentación”, explicó Gay.
Obras de conexiones
En esta zona se trabaja para realizar una conexión que permita utilizar el agua del río Bermejo para el riego, debido a que en estos momentos usan agua potable que provee la empresa Sameep, pero cuando comience la época de calor deberán reservar ese recurso para el consumo humano y no podrán mantener sus cultivos.
El Municipio hizo la zanja, pero resta adquirir e instalar los caños y la bomba de agua.
Por otra parte, pronto culminará la obra para que puedan tener conexión eléctrica, lo cual significa un gran avance para las familias que habitan estos lotes, para que puedan arraigarse allí y continuar trabajando la tierra.