Lo que será la 35ª edición del festival Nacional del Chicharron, contará esta vez con la presencia de Los Huayras, Mario Bofill, Diego Gutiérrez, Pier, Maxi Trusso, entre otros. Las entradas rondarán entre 100 a 250 pesos.
El secretario general de la Gobernación Horacio Rey, y el intendente de Presidencia La Plaza Diego Bernachea, presentaron la 35ª edición de la Fiesta Nacional del Chicharrón que será el viernes 11, sábado 12 y viernes 18 de noviembre en el Club Sportivo Plaza.
El festival contará con la presencia de importantes artistas como Los Huayras, Mario Bofill, Diego Gutiérrez, Pier, Maxi Trusso, entre otros. Las entradas rondarán entre 100 a 250 pesos y se podrán comprar a partir del próximo lunes 3 de octubre en el Club Sportivo o de manera online en la web butacauno.com.
El secretario general indicó que para el Gobierno Provincial es un honor acompañar una fiesta tan importe para los placeños, asegurando que todos los organismos del Estado trabajan para apoyar los festivales que se desarrollan en la provincia.
“El gobierno busca fomentar el polo turístico, gastronómico y cultural del Chaco”, aseveró. Invitó a los chaqueños a participar de la fiesta que tiene una variada agenda musical y prometió un importante sorteo para todos los que visiten Presidencia La Plaza.
Bernachea explicó que es el segundo año que el festival adquirió rango nacional y aseguró que “la fiesta cuenta la historia del Chaco buscando simbolizar sus costumbres”.
Participaron del lanzamiento, que se llevó a cabo en la Casa de las Culturas, el presidente de Cultura Héctor Bernabé; el vicepresidente del Instituto de Turismo Ariel Bottini, el subsecretario de Asuntos Municipales Alcides Argüello; el vocal de Lotería Chaqueña Carlos Torres; y demás autoridades provinciales.
La historia que cuenta el festival
La fiesta recuerda a doña Bernarda Ibarrola de Fernández que nació en Santa Lucia (Corrientes) en 1899. En 1927 llega a Presidencia de la Plaza junto a su esposo. A los 44 años Doña Bernarda enviudó y tenía que mantener a sus 12 hijos, fue entonces cuando comenzó a vender en la Estación de Tren el chicharrón junto a dos galletas que ella misma fabricaba.
Recuerdan los pobladores que se levantaba todas las mañana para cocinar el particular bocado que trenzaba y armaba en su cocina a leña. Con la venta del chicharrón crió a sus hijos, nietos y bisnietos porque a pesar de tener mucho trabajo, siempre estaba atenta y predispuesta a colaborar con los que necesitaban de la solidaridad de la gente.