El Centro de Documentación e Información (Cedei) de la Subsecretaría de Agricultura de la provincia emitió un informe en el que destaca que el panorama de la sequía en el Chaco «ha cambiado significativamente en solo diez días».

En el marco de la inminente llegada del fenómeno de La Niña, que promete lluvias por debajo de las normales, la información cobra relevancia, ya que implica una señal para tomar medidas que puedan paliar los efectos de los fenómenos climáticos.

Según el Cedei, el cambio más notable entre el 30 de junio y el 10 de julio de 2024 es la «drástica reducción» de la superficie clasificada como «no seca», que pasó de 68.89% a 30.12%.

Este cambio indica un «empeoramiento considerable» de las condiciones de sequía en un corto período de tiempo.

La sequía moderada ha aumentado significativamente de 18.1% a 54.57%, lo que sugiere un deterioro en las condiciones de humedad del suelo en gran parte de la provincia.

Además, el aumento en la categoría de «anormalmente seco» de 6.49% a 11.23% también refleja el empeoramiento general de la sequía.

Por otro lado, aunque la sequía severa ha disminuido «levemente» de 6.45% a 4.09%, este ligero descenso «no compensa el aumento masivo de la sequía moderada», aseguran desde la oficina oficial.

MENOS RESERVAS

El Cedei informó también que, durante la segunda semana de julio, se observaron «descensos en las reservas hídricas» en varias áreas de la provincia debido a la falta de precipitaciones.

Esta disminución significativa ha elevado la categoría de sequía en las zonas Centro-oeste y Noroeste del Chaco. En la zona ganadera del este y en la zona mixta del norte, las reservas hídricas han pasado de ser escasas a presentar condiciones de sequía.

Es importante destacar que durante los meses de invierno es normal que las precipitaciones disminuyan, un fenómeno conocido como el «bache invernal», lo que resulta en una reducción de los recursos forrajeros disponibles.

RIESGO DE INCENDIOS

Desde el Cedei indicaron finalmente que en los próximos días se espera un aumento significativo en el riesgo de incendios, debido a la ausencia de precipitaciones y al leve incremento de las temperaturas que se anticipan para la región.

Por eso, es «crucial tomar todas las precauciones necesarias para prevenir la propagación de incendios, incluyendo la vigilancia constante, la prohibición de quemas controladas y la colaboración activa con las autoridades locales», aseguraron.