Un empleado policial fue quien denunció en la Fiscalía de Investigaciones de Sáenz Peña, mencionando que habrían sido varias las motocicletas que “desaparecieron” en similares circunstancias. Ahora, ante un hecho puntual, la Justicia – pero también la Dirección de Zona Interior que inició un sumario – investigan si las motos que debían permanecer secuestradas en depósito judicial de la unidad policial del Barrio Sur, eran posteriormente ‘comercializadas’ en ese mismo lugar o devueltas a sus propietarios de manera irregular.
La denuncia
El oficial subayudante radicó la denuncia directamente en la Fiscalía de Investigaciones en Sáenz Peña, detallando cómo se sucedieron los hechos, “a fin de que se arbitren los medios necesarios”, para llevar adelante la investigación correspondiente.
En el escrito, el efectivo de la fuerza explica que el hecho ocurrió en el mes de julio de este año, cuando fueron alertados por supuestos disparos de arma de fuego en el barrio Arce.
En ese lugar la persona que había efectuado los disparos, al advertir la presencia policial se dio a la fuga, dejando abandonada una motocicleta marca Zanella, modelo ZD 100 cc, color blanco. El rodado fue secuestrado por integrantes de la Comisaría 2ª y trasladado hacia la unidad policial.
Días más tarde al regresar a su guardia, el oficial denunciante asegura haber encontrado el Expediente de aquel secuestro (efectuado unos diez días atrás) con un cartel que tenía la siguiente inscripción: “No mandar hasta que aparezca la moto”.
Pero ello no termina allí, ya que – días después – la propietaria de la motocicleta se presentó en la Comisaría reclamando retirar su rodado, pero según los registros de la Guardia, la moto fue entregada a una persona, de la que no se conocieron mayores detalles, excepto su nombre.
“Hechos similares”
Ante la grave situación, el oficial que radica actualmente la denuncia fue interpelado para que “devuelva la moto”, siendo acusado de la supuesta desaparición o entrega errónea de la moto vehículo.
Es por ello que el agente policial (que había participado de operativo de secuestro del rodado y que advirtió las falencias en la tramitación del expediente y entrega de la moto), decidió radicar la denuncia.
Asegurando que “hay testimoniales de personas detenidas que aseguran haber visto cómo el personal policial retiró del depósito la motocicleta. Asimismo, la investigación no descarta que la entrega se hacía a cambio de algún montode dinero.
La fuerte acusación no termina allí, sino que el oficial subayudante sostiene que “hechos similares ya ocurrieron en esta unidad y no fueron informados oportunamente, ni denunciados”.
Sin dudas, este caso testigo podría ser la punta del iceberg de una investigación que probablemente le cueste el cargo a más de un empleado policial, tras la grave acusación en contra de la fuerza que debería ser “de seguridad”, pero que algunos de sus integrantes, parecen desconocerlo.
La investigación está a cargo de la Fiscalía N°1 de Sáenz Peña a cargo de la Dra. Liliana Luppi, quien está subrogada por el Fiscal Marcelo Soto.