Una fiesta sexual clandestina fue disuelta por un grupo de policías en el distrito de Queens, Nueva York, durante la noche del pasado domingo. El motivo de la interrupción se basó en la violación de las restricciones establecidas debido a la segunda ola de contagios de coronavirus que transita el territorio norteamericano.
El establecimiento donde tuvo lugar la fiesta es conocido como Calígula, un exclusivo club de swingers. En su página de Facebook, comenzaron a promocionar el evento partir del miércoles 18 de noviembre. El mismo fue llevado a cabo el 22 de noviembre por la noche. Participaron 80 personas que bailaron con música a todo volumen, tomaron alcohol en exceso y mantuvieron relaciones sexuales.
Horas después del iniciado el festejo, una vecina de la zona realizó la denuncia al 311. Las fuerzas policiales llegaron poco tiempo después y allanaron el club.
El club nocturno Calígula fue allanado por las fuerzas policiales del distrito de Queens, Nueva York.
Las imágenes tomadas por los mismo policías diagraman un espacio compuesto de cuatro camas blancas, un sofá negro, preservativos tirados por el suelo y pegados por la pared y grandes cantidades de ropa interior.
La fiesta, en principio, violó la regla que impide reuniones multitudinarias, con el objetivo combatir la pandemia de COVID-19. Las reuniones de más de 25 personas solo están habilitadas para negocios ubicados en zonas con menos número de casos, también llamadas zonas amarrillas.
A su vez, tampoco contaban con una licencia para expender licor y/o vender o almacenar bebidas alcohólicas. Preservativos, ropa interior y bolsas de basura, elementos encontrados por todo el establecimiento. Los disturbios tuvieron como principal responsable a Roy Bacoy (37), gerente del club. Fue citado por alteración del orden, violación de medidas de emergencia y operar sin licencia para expendio de bebidas alcohólicas y almacenamiento ilegal de licor.
La empresa recibió una multa total de U$S 16,000. Con base en este acontecimiento, las fuerzas policiales del distrito de Queens pudieron descubrir que el establecimiento nocturno había organizado innumerables cantidades de fiestas a lo largo de los últimos meses.
Luego de las restricciones impuestas, el primero de los eventos tuvo lugar el 4 de julio, día de la independencia estadounidense. De allí en adelante, las fiestas no cesaron.