La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió que, tarde o temprano, las agresivas mutaciones de coronavirus tomarán la delantera en Alemania, amenazando con echar por la borda el avance logrado para contener la pandemia.
La mayor economía de Europa necesita mantener estrictos controles, incluso pese a que las tasas de contagio disminuyen de forma constante y las vacunaciones aumentan lentamente, dijo Merkel el jueves.
La variante británica, que se expande rápidamente, ya está en el país, y las cepas de Brasil y Sudáfrica también son un riesgo, agregó. “Los expertos nos dicen que será solo cuestión de tiempo hasta que estas mutaciones se vuelvan dominantes”, señaló Merkel en un discurso ante el Parlamento en Berlín.
“Sabemos que el peligro de mutaciones puede arruinar nuevamente nuestros avances”.
Bajo la presión de líderes estatales, la canciller acordó el miércoles por la noche flexibilizar algunas restricciones para contener el virus y abrir un camino hacia el regreso a un poco de normalidad después de meses de estrictas restricciones.
Se acercan las elecciones y el mandato de Merkel está próximo a su fin, por lo que el posicionamiento político ha desempeñado un importante papel en los esfuerzos de Alemania por contener la enfermedad.
“No estamos muy lejos de las cifras de contagio que podrían hacer posible las libertades y una reapertura paso a paso”, sostuvo Merkel. “Vale la pena el esfuerzo de ceñirse a todas las medidas y privaciones hasta el 7 de marzo, manteniendo bajo control las mutaciones y, ojalá, logrando una tasa de incidencia de siete días claramente inferior a 50, en mi opinión”.
El lento ritmo de vacunación hace más vulnerable al país ante un posible nuevo incremento de las variantes de rápida expansión. Alemania ha administrado hasta ahora poco más de 4 dosis por cada 100 personas, según Bloomberg Vaccine Tracker.
Eso se compara con las 14 dosis en Estados Unidos y las más de 20 en Gran Bretaña, aunque ambas naciones comenzaron varias semanas antes.