Brasil se sumó a la lista de países que pondrá a prueba un esquema laboral revolucionario: semanas de cuatro jornadas de trabajo. El cambio comenzará a partir de septiembre en una serie de empresas interesadas.
No es la primera vez que se habla de un cambio de este estilo en la forma en la que los ciudadanos trabajan. En efecto, la reducción de los días laborales se probó en Estados Unidos, España, Australia y Reino Unido, entre otros.
La puesta en marcha del ensayo quedó en manos de la organización no gubernamental (ONG) 4 Day Week Global y la consultora Reconnect Happiness, dos pioneras en la temática.
Desde la ONG resaltan que las modificaciones del sistema supondrán «una revolución en el mundo laboral, posibilitando cambios en nuestra forma de trabajar, de una manera más productiva y saludable«.
En qué consiste la reducción semanal que se implementará en Brasil
«El piloto de cuatro días nos permite obtener los mismos resultados en términos de productividad y varias otras ganancias con menos tiempo de trabajo. Las empresas que han hecho la transición a una semana laboral de 32 horas ven aumentos en la productividad, una mayor atracción y retención de talento, una mayor participación del cliente y una mejor salud, bienestar y felicidad de los empleados», rescata el sitio web de la entidad.
La ingeniería, explican, está basada en un modelo denominado 100-80-100: pago del 100% del salario, trabajando el 80% del tiempo y manteniendo el 100% de productividad.
Las compañías interesadas en formar parte de la experiencia podrán inscribirse en el proyecto a través del portal digital de 4 Day Week Global hasta julio.
Cuántas empresas brasileñas formarían parte de la iniciativa
Según consignó la fundadora de Reconnect Happiness, Renata Rivetti, en diálogo con CNN Brasil, hay más de 300 firmas que mostraron interés en participar de la reducción de las jornadas laborales.
Rivetti indicó que durante los últimos meses del segundo semestre de 2023 se evaluarán las métricas actuales de las empresas participantes a fin de poder compararlas con las estadísticas finales del experimento socio laboral.
El proceso completo se extenderá por un período de seis meses. Al final del mismo se analizarán en detalle los resultados para saber si hubo una mejoría respecto del método clásico de 40 horas semanales.