La ofensiva de los sectores concentrados en América Latina no se detiene, y otra vez asestaron un nuevo golpe a la democracia, en este caso en Brasil.

La Justicia Electoral decidió en la noche de este viernes, al cabo de una sesión convocada de urgencia, impugnar la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva, candidato del PT, quien encabezaba con holgura todas las encuestas y se encaminaba a ganar la presidencia en primera vuelta, sin necesidad de balotaje.

Los comicios presidenciales se llevarán a cabo el domingo 7 de octubre y el ex mandatario lideraba con holgura todas las encuestas, con más del doble de votos que su inmediato perseguidor, el neofascieta Jair Bolsonaro.

Lula fue condenado a doce años de prisión en un juicio totalmente arbitrario y sin pruebas, y se encuentra actualmente en prisión.

Sin embargo, el Tribunal Superior Electoral se valió de esa condena para proscribirlo.

Ahora el PT y sus aliados tienen dos opciones: una es rearmar de inmediato la fórmula con Fernando Haddad como candidato a presidente y Manuela D’Avila como candidata a vice.

La otra es apelar esta decisión ante el Superior Tribunal Federal.