Cerca de 10.000 personas han sido sacadas de ‘La Jungla’, el campamento de refugiados más famoso de Europa, desde que las autoridades empezaron el barrido este lunes, enviándolos a varias regiones de todo el país para empezar un proceso de reasentamiento que durará meses. Entre ellos hay más 1.000 niños.
Los trabajadores tenían planeado empezar la destrucción del campamento este martes a las 8 a.m., pero las autoridades de Calais retrasaron la operación hasta después del medio día para asegurar el campamento con un cordón de seguridad.
Un grupo de trabajadores franceses empezaron a derribar tiendas de campaña, casuchas y otros refugios improvisados que miles de personas han llamado hogar en los últimos dos años.
Periodistas de CNN vieron a un grupo de ‘limpiadores’, como los llaman las autoridades francesas, —trabajadores con overoles naranja y cascos protectores— derribando las estructuras temporales, deshaciéndose de las posesiones de los inmigrantes, tirando colchones, almohadas y sábanas en contenedores de basura con una excavadora.
Miles de personas aún estaban en el campamento, por eso los trabajadores sociales pasaron carpa por carpa para asegurarse de que nadie quedara adentro antes de que los ‘limpiadores’ empezaran su trabajo.
Francia había prometido por más de un año demoler el campamento de 4 kilómetros cuadrados, pero las peticiones para hacerlo fueron tumbadas en la corte varias veces.
Las autoridades desmantelaron parte del campamento a principios de este año, pero fallaron en detener la llegada de cada vez más inmigrantes, que tenían grandes expectativas de cruzar el Eurotunel desde Calais para llegar a Reino Unido, que está tan solo a 50 kilómetros de distancia.
Aún no está claro cómo las autoridades francesas manejarán la situación de quienes no se quieren ir de la zona. Antes de que el proceso de evacuación iniciara, el portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, dijo que los migrantes no serían forzados a abordar buses y dejar la ciudad.
“[Este proceso] será hecho voluntariamente y no se usarán medidas coercitivas con los migrantes”, dijo Brandet.
Gran Bretaña es un destino atractivo para aquellos que buscan asilo, pues su economía es más fuerte que la de muchos de su vecinos europeos y muchos migrantes ya tienen algún dominio del inglés.
‘Muchos niños desaparecerán’, alertan ONG
Bajo el acuerdo con Francia, Reino Unido ha aceptado 200 niños del campamento desde principios de octubre, según le dijo a Christiane Amanpour de CNN la parlamentaria británica laborista Caroline Flint este lunes.
La secretaria del Interior Amber Rudd dijo que 800 niños del campamento que dijeron tener lazos familiares en Reino Unido han sido entrevistados por autoridades británicas, pero resaltó que no serían consideradas nuevas llegadas a ese país.
“En este proceso es importante no fomentar a que más niños lleguen a Calais arriesgando sus vidas en manos de traficantes”, dijo Rudd este lunes.
Save the Children, una de las muchas ONG que trabajan con los residentes más jóvenes del campamento, hizo un llamado para que la demolición del campamento se detuviera mientras se garantizaba la seguridad de unos 1.200 niños que vivían en el campamento.
El grupo dijo que los más jóvenes del campamento están en riesgo y teme que “muchos niños puedan a desaparecer” si se desmantelaba el lugar antes de que todos ellos encontraran lugares seguros dónde estar.
“Estamos muy preocupados por el destino de cientos de niños que se quedan y no saben dónde dormirán esta noche y no sabrán qué pasará mañana”, dijo este lunes Carlyn Miles, presidenta de Save the Children, en un comunicado.
Una larga espera
‘La Jungla’ se volvió un crudo símbolo de la crisis migratoria de Europa y ha sido una piedra en el zapato para el gobierno de Francia. Sin embargo, para la unida comunidad que está allí, es también un símbolo de resiliencia y determinación, pues en ‘La Jungla’ más de 70 negocios florecieron, incluyendo restaurantes, cafés, bares, peluquerías y barberías, y salir de allí no es tan simple como empacar e irse.
Una de las casas que tenía una bolsa de dormir como puerta tenía las palabras “Por favor no destruyan mi casa” garabateada en el frente.
‘Me voy para Inglaterra’
Los refugios temporales han hospedado a miles de personas que han llegado a Calais luego de viajes usualmente largos y a menudo peligrosos hasta Europa, desde países como Siria, Afganistán, Somalia y Sudán.
El gobierno francés se fijó la meta de sacar a todos los inmigrantes de allí en una semana y limpiar completamente el lugar para el final de diciembre.
Pero algunos parecían determinados a quedarse en la Jungla. Este lunes un grupo de personas se enfrentaron con la policía antidisturbios, lanzando piedras a los agentes que respondieron con gas lacrimógeno.
Dos inmigrantes afganos del campamento le dijeron a CNN que no dejarían ‘La Jungla’ porque eso significaría darle la espalda a su gran sueño de llegar a Gran Bretaña.
“Voy a ir a Inglaterra”, dijo Hussein, un adolescente de 15 años. “No me gusta Francia. Mi familia está en Inglaterra”.
Muchos de ellos han arriesgado sus vidas abordando camiones para atravesar el túnel —docenas han muerto haciéndolo— mientras que otros simplemente cruzaron caminando, antes de que Francia e Inglaterra acordaran construir un muro y aumentar la seguridad para detener esa práctica.