PRONÓSTICO EXTENDIDO

La falta de combustibles y el desabastecimiento jaquea al gobierno golpista de Bolivia

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En plena crisis política, Bolivia sufre además la escasez de combustibles que pone en jaque al gobierno interino de Jeanine Áñez, quien informó que los importará de Chile y Perú.

La ciudad de La Paz intentaba también abastecerse de alimentos, que escasean en los mercados hasta el punto de que la Alcaldía organiza una venta para evitar una suba desmesurada. Por eso armó puntos de venta de carne de pollo a un precio de 35 bolivianos la pieza -unos cinco dólares- en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, informó la agencia EFE.

Según el gobierno interino, los puntos de abastecimiento están previstos durante toda la semana y se espera que a partir del próximo sábado pueda llegar carne de res. «Ahora no tenemos nada», dijo la dueña de un local en un mercado popular de Bolivia.

Algunos precios de alimentos básicos aumentaron en los últimos días en La Paz, una ciudad de cerca de un millón de habitantes que depende del abastecimiento principalmente por ruta desde otros puntos del país, pero algunas vías llevan días bloqueadas por la protestas que se producen en Bolivia.

La municipalidad anunció que sus funcionarios controlarán en los mercados que los precios no suban excesivamente por especuladores que puedan aprovechar la situación, ante las largas filas de clientes en algunos comercios que aún tiene existencias.

La escasez de combustibles es uno de los puntos de mayor preocupación. Los camiones recolectores carecen de suficiente gasolina y la basura se amontona junto a los contenedores de recogida en las calles, ya que el servicio está limitado y la Alcaldía pide a los vecinos que no saquen más desperdicios en espera de que se pueda regularizar.

El ministro interino de Desarrollo Productivo y Economía Plural de Bolivia, Wilfredo Rojo, aseguró a través de Twitter que se habilitaron puentes aéreos para el abastecimiento de productos de primera necesidad en La Paz y su vecina El Alto.

La presidenta del Senado de Bolivia, Eva Copa, dijo a los medios en La Paz que «ha subido toda la canasta familiar», la cesta de la compra diaria, además de que «no hay gasolina, estamos caminado a pie».

El servicio de minibuses y otro tipo de transporte público es menor al habitual, con filas más largas de lo habitual en las gasolineras que aún siguen abiertas.

Uno de los tantos cortes que mantienen sitiada a la capital de Bolivia.

El ministro interino de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, aseguró que está prevista la llegada de cisternas de combustible a La Paz desde Chile y Perú para abastecer a gasolineras, sin que conlleve un alza de precios.

Las protestas en el país mantienen bloqueadas refinerías como la de Senkata, en la ciudad de El Alto, donde partidarios de Evo Morales exigen la renuncia de Añez.