Los yihadistas que perpetraron los ataques en Cataluña, con un saldo de 14 muertos y más de un centenar de heridos, «llevaban meses planeando un atentado», y la explosión fortuita en el municipio catalán de Alcanar frustró un atentado de mayor magnitud en Barcelona.
La explosión de hace dos noches en una casa de Alcanar, provincia de Tarragona, donde manipulaban varias garrafas de gas, hizo que los radicales debieran actuar de forma desesperada e improvisada para atentar en Barcelona con un atropello masivo y posteriormente en Cambrils.
La vivienda de Alcanar supuestamente sirvió como base de operaciones para idear los atentados.
«La explosión hizo que ya no contaran con el material necesario para preparar atentados de mayor alcance en Barcelona», explicó el comisario jefe de los Mossos d’Esquadra (policía catalana), Josep Lluís Trapero.
El jefe policial agregó que la célula estaba compuesta por «gente joven».
La Policía investiga también si el autor del atentado de ayer en La Rambla de Barcelona, en el que fallecieron trece personas, es uno de los abatidos anoche en la localidad de Cambrils, donde horas más tarde se produjo un segundo ataque.
Por el momento, no se ha podido identificar al conductor de la furgoneta del atropello masivo de Barcelona, informó el uniformado.
Además de los cinco yihadistas muertos y del que falleció en la explosión de Alcanar, la Policía detuvo a otros cuatro sospechosos de pertenecer al mismo grupo.
De los cuatro detenidos, tres son de origen marroquí y uno nacido en la ciudad española de Melilla, algunos de ellos con antecedentes por delitos comunes y de 21, 27, 28 y 34 años, respectivamente, detalló Trapero.
Los cinco abatidos en Cambrils llevaban cinturones con explosivos que resultaron ser simulados, según la misma fuente.