El presidente ruso Vladimir Putin anunció este martes 11 de agosto que su país desarrolló la «primera» vacuna contra el coronavirus. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió con cautela la noticia al advertir que deberán seguir los trámites de precalificación y revisión. Días atrás, científicos extranjeros manifestaron su preocupación por la rapidez de la creación.
La vacuna contra el coronavirus desarrollada por Rusia fue bautizada «Sputnik V» (V de Vacuna), en homenaje al satélite soviético, declaró el presidente del fondo soberano implicado en su creación. «Más de 1.000 millones de dosis» fueron encargas por 20 países extranjeros, afirmó Kirill Dmitriev, y precisó que la fase 3 de los ensayos comenzará el miércoles.
Además, indicó que el inicio de la producción industrial está previsto para septiembre. «Esta mañana, por primera vez en el mundo, se registró una vacuna contra el nuevo coronavirus», dijo Putin durante una videoconferencia con miembros del gobierno retransmitida por la televisión.
En las semanas anteriores a este anuncio, científicos extranjeros manifestaron su preocupación por la rapidez de la creación de una vacuna de este tipo, y la OMS llamó al respeto de las «líneas directrices y directivas claras» en materia de desarrollo de este producto. Con el anuncio de hoy, el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, aclaró que «acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad», y añadió que la organización está en contacto con las autoridades rusas y de otros países para analizar los progresos de las distintas investigaciones de vacunas, según publicó la Agencia EFE.
De todos modos, Jasarevic subrayó que la organización se siente animada «por la rapidez en que se están desarrollando las vacunas» y espera que algunas de ellas «se muestren seguras y eficientes» La vacuna rusa no figuraba entre las seis que, según señaló el organismo la semana pasada, estaban más avanzadas.
Entre ellas, había dos desarrolladas por laboratorios chinos, dos estadounidenses y la británica (de las farmacéuticas Pfizer y Moderna) y la británica desarrollada por AstraZeneca, en colaboración con la Universidad de Oxford.
Sin embargo, Putin aseguró que la vacuna elaborada por científicos de su país es «eficaz», que ya superó todas las pruebas necesarias y que permite lograr una «inmunidad estable» ante la Covid-19.