“Nuestra relación nunca ha sido peor de lo que es ahora. No obstante esto ha cambiado en estas horas.”
Así fue como definió Donald Trump a la cumbre que mantuvo en la ciudad finlandesa de Helsinski con su par ruso, Vladimir Putin, y tras la cual dieron una conferencia conjunta.
Aseguraron haber discutido sobre “la proliferación de armas nucleares”, la crisis en Siria, el “terrorismo radical” y la supuesta injerencia de Moscú en las últimas elecciones estadounidense.
Según Trump, Putin “fue contundente al negar” que ese hecho fuera cierto.
De todos los puntos conversados, la supuesta intromisión rusa en los comicios que ganó Trump fue el más ríspido.
Para despejar dudas, durante la conferencia Putin reveló que le propuso a Trump permitirle a Washington interrogar a los agentes de inteligencia acusados por ese hecho.
«Tenemos un acuerdo que data de 1999 sobre la ayuda en los casos criminales y este acuerdo sigue en vigencia. En este marco, (la Fiscalía estadounidense) puede enviar una solicitud para realizar el interrogatorio a estas personas que son sospechosas», declaró el titular del Kremlin.
A modo de evaluación, Putin destacó que por fin “ha llegado la hora de hablar de los temas de fondo” y se expresó “a favor de la prolongación de nuestra cooperación en el ámbito de la cibercriminalidad”. “Nuestros servicios especiales trabajan con mucho éxito», añadió.
Trump contó que la reunión tuvo “un diálogo fuerte” pero “con muchas ideas” en el marco de la “amistad, cooperación y la paz” que buscarán ambas naciones.
En este sentido, el encuentro “fue solo el inicio de un proceso largo”, subrayó en el tramo final de su intervención. “Incluso durante las tensiones de la guerra fría, Estados Unidos y Rusia eran capaces de mantener un diálogo firme, pero nuestra relación nunca ha sido peor de lo que es ahora –expresó-. No obstante, esto ha cambiado en estas horas.”