Los peritos del Equipo Argentino de Antropología Forense determinado que es imposible recabar información genética debido al deterioro de las pieza encontradas, las cuales fueron carbonizadas. Es el segundo estudio infructuoso que se realiza sobre huesos que serían de Cecilia Strzyzowski.
La coordinadora de identificación del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), Nuri Quinteiro, informó al Equipo Fiscal Especial que investiga el femicidio de Cecilia Strzyzowski que no pudieron obtenerse muestras de material genético de los restos óseos hallados en el campo Rosi, propiedad de la familia Sena. Esto debido al deterioro de las piezas encontradas las cuales fueron carbonizadas.
De acuerdo al escrito, fechado el 17 de abril pasado, los huesos analizados se encontraban “en estadio de carbonización a calcinación, condición que afecta severamente la conservación de la pieza y que limita la posibilidad de extracción de ADN de calidad”.
“La conclusión de los análisis genéticos fue la imposibilidad de obtener resultados tanto para marcadores STR autosómicos de ADN nuclear como para ADN mitocondrial de las muestras óseas estudiadas”, indicó el informe realizado en base a la pericia efectuada por el doctor en Ciencias Químicas, Carlos Vullo.
Cabe recordar que el 11 de marzo pasado, el EAAF recibió a Nelia Velázquez, integrante del Equipo Fiscal Especial, en las instalaciones del Laboratorio de Genética Forense, en la ciudad de Córdoba.
Allí se hizo admisión de las muestras correspondientes a restos humanos quemados hallados en el marco de la investigación que tiene como principales imputados a César y Emerenciano Sena y a Marcela Acuña, todos por el delito de femicidio agravado en calidad de coautores.
Fueron 13 los fragmentos óseos que se entregaron de los cuales se sólo dos, que por su aspecto macroscópico tenían posibilidad de arrojar alguna información genética, tanto por ADN nuclear como mitocondrial. La pericia se realizó el 25 de marzo pasado.
Estos restos fueron secuestrados en octubre pasado en el campo Rosi, ubicado entre las localidades de Puerto Tirol y Tres Horquetas, lugar donde la familia Sena se dedicaba a la cría de ganado para la venta, principalmente cerdos.
No es la primera vez en la causa que se peritan restos de óseos. En julio pasado, los expertos del EAAF determinaron que no pudo extraerse ADN de los restos óseos y dentales hallados en el río Tragadero, lindante con el campo de los Sena.
“Dichos elementos se encontraban en estado de carbonización a calcinados, condición que afecta severamente la conservación de las piezas y limita la posibilidad de extracción de ADN de calidad”, señaló aquel informe.
El caso
Cecilia Strzyzowski fue vista por última vez el 2 de junio, a las 9:16 cuando ingresaba al domicilio de la familia Sena, ubicado en Santa María de Oro 1460, en Resistencia. Se sospecha que allí fue asesinada entre las 12.13 y las 13.01, de ese mismo día.
Según la imputación de la fiscalía, González participó del encubrimiento del crimen, al igual que su pareja, Gustavo Obregón (mano derecha de los Sena) y los caseros de la chanchería de la familia piquetera, Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso. A los cuatro se les imputa el delito de “encubrimiento agravado”.
Sobre el resto de los imputados pesa una imputación mucho más grave. César Sena, pareja de Cecilia, está imputado por el delito de “homicidio triplemente agravado por el vínculo, por femicidio y por el concurso premeditado de dos o más personas”. En tanto que sus padres, Marcela Acuña y Emerenciano, están imputados como coautores del femicidio, también en concurso premeditado de dos o más personas.
