Miles de jovenes peregrinos y devotos llegados desde todos loss puntos del Nordeste argentino, llevaron sus saludos a la Virgen de Itatí en la localidad de Corrientes que lleva su nombre.
Todos tratando de sobrellevar el agobiante calor que rondaba los 39 grados hoy durante la mañana y el sol de ayer sabado durante la siesta – tarde.
La convocatoria reunía a jóvenes de todo el litoral argentino. La jornada además estuvo protagonizada por la conferencia del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea.
Algunos testimonios de los devotos que se acercaban a pedir y agradecer a la virgen. Agustina Alarcón de Corrientes Capital y su novio Gastón Romero de Saladas expresaron: “Vinimos a agradecer que tenemos trabajo y a renovar nuestra fe a la virgen”. Para la pareja, era la primera vez que iban a Basílica.
Cristian Fabro es de Goya y llegó a Itatí con su familia para agradecer “por tener salud y le pedimos que interceda por nosotros”.
También Vilma Lugo llegó hasta la Basílica, viajó desde Presidencia de la Plaza, interior chaqueño, a Itatí para “pedir trabajo”. “Vine con mi marido y la familia,
volvimos a Itatí despues de 22 años porque estábamos viviendo en Buenos Aires”,
resumió.
Graciela Montenegro e Hilda Rojas son dos amigas que llegaron a Itatí desde Saladas, ciudad distante a 70 kilómetros. Unas de las tantas que caminaron kilómetros y kilómetros como muestra de fe y devoción a la Virgen de Itatí.
El camino no estuvo tan gestionado como otros años, en que circular hacia Itatí era armarse de paciencia.
Desde Resistencia, hay que cruzar el puente General Manuel Belgrano, atravesar la avenida 3 de Abril hasta la rotonda “Virgen de Itatí”, desde allí seguir por ruta 12 unos 59 kilómetros hasta llegar al acceso a la localidad.
El viaje no dura más de una hora y media desde Resistencia a Itatí. Tras ingresar al pueblo, se pudo ver más de 100 ómnibus de larga distancia de distintos orígenes que llegaron hasta Itatí para transportar peregrinos a la vera de la avenida 25 de Mayo.
También automóviles, carpas y personas acostadas en colchones improvisados
que colocaron en donde les quede más cómodo. Los puestos de venta de comida rápida, asado, pollo al disco, entre otros también.