El pueblo chaqueño hoy se ha expresado de un modo contundente a favor de un cambio de modelo económico, político y social en el orden nacional y ha enviado una señal inequívoca en la provincia respecto al liderazgo político de nuestro espacio. La voz del pueblo a través del voto marca un sendero inexcusable de lo que debemos hacer. Es con todos. Es entre todos.
Nadie puede desconocer el clamor del pueblo, ni su voz ni su expresión contundente. Por eso ahora es tiempo de definiciones. Definiciones que ineludiblemente deben interpelar a referentes políticos, sociales y económicos respecto a la Argentina que debemos construir.
Terminar con las grietas
Tenemos que terminar con las grietas y divisiones del pasado. Empieza una nueva etapa. No hay tiempo que perder. Campo con industria, porteños más provincianos, fortalecimiento del mercado interno pero aumentando exportaciones de bienes y servicios para garantizar estabilidad macroeconómica de largo plazo.
Tenemos que construir políticas de Estado en materia energética con precios y cantidades para lograr autoabastecimiento y desarrollo de un proceso productivo creciente y expansivo. Tenemos que promover aumento y diversificación de exportaciones, lograr industrialización sustitutiva de importaciones a los efectos de superar la histórica restricción externa que tanto daño nos hace. Tenemos que invertir en logística para aumentar nuestra competitividad.
Superar nuestras restricciones constituye una premisa clave de nuestro próximo gobierno pero al mismo tiempo necesitamos construir reglas confiables y creíbles en materia fiscal, monetaria y cambiaria garantizando equilibrio, estabilidad y competitividad.
Construir juntos el próximo desafío
No es fácil administrar las restricciones, establecer y respetar reglas pero si no lo hacemos es difícil lograr resultados concretos. Nuestro país no puede resignar políticas activas en materia industrial, de empleo y para las economías regionales pues de lo contrario perderemos fácilmente el rumbo de lo que nos proponemos.
Es preciso construir un consenso estructural en un sistema político sin partidos, en un sistema económico volátil e inestable y en un sistema social injusto.
Deberemos construir estabilidad política, económica y social con actores dispuestos a servir al pueblo argentino y no servirse del mismo. En mi caso, las urnas hablaron. Ahora a construir juntos el próximo desafío, pero no depende solamente de nosotros.