Hace poco menos de un mes se cumplieron dos años de la muerte de Sebastián Ponce De León, el joven de Barranqueras brutalmente golpeado por la Policía que agonizó en el Perrando por 10 días hasta su deceso. Sus padres, Leli y Osvaldo, lo recordaron y también repasaron la causa judicial que derivó en la detención de dos policías de la Comisaría 1ra de la ciudad portuaria, por tortura seguida de muerte. «A mí me mataron, yo me morí con mi hijo”, el dolor de su madre.
“Mi hijo no falleció, a mi hijo lo asesinó la Policía del Chaco. Lo golpeó, lo torturó y a consecuencia de eso falleció”, fue la expresión de dolor de la madre de Sebastián Ponce De León, muerto hace un poco más de dos años a raíz de una golpiza que le ocasionó daños internos irreparables. Tenía 35 años.
“Este era mi hijo”, dijo la mujer con un retrato del joven en mano. “Tengo fotos de cómo lo dejaron, en esta carpeta. Así lo dejó a mi hijo la Policía del Chaco”, añadió.
El padre, por su parte, cuestionó duramente a la Fiscalía de Derechos Humanos. “Minutos antes de declararse incompetente, fue aborrecible la actuación del cuestionado doctor Turraca. Estamos hablando del año 2019. Se declaró incompetente, pero antes, demostró una total parcialidad con la Fuerza policial”. “Cuando dijimos ´Fue asesinado nuestro hijo por la Policía del Chaco, específicamente por la Comisaría 1ra de Barranqueras que ya tiene varios antecedentes sobre sus espaldas, lamentablemente quedaron encubiertos”, reclamó.
“La Fiscalía de Derechos Humanos se declaró incompetente. Desconozco la terminología técnica y legal, pero fue reprendida por el Procurador General Adjunto, el Dr. Fonteina, que marcó todo lo que no hizo; remarcándole algo que consideramos una total parcialidad con la Policía. Llamó a declarar a tres testigos femeninos, con tres días de anticipación para que no estuviesen los abogados querellantes, quitándole a la querella el derecho a la defensa y a la lucha penal”, repasó.
En la actualidad hay dos agentes de policía detenidos por la muerte de Ponce De León. Sobre ellos pesa una imputación concreta, “menos de eso no se podía hacer debido a que la autopsia; más la reautopsia efectuada por dos médicos reconocidos forenses de la provincia, una ex perita nacional e internacional, una de las únicas reautopsias en esta provincia, determinaron que se los podía imputar por Tortura en custodia policial seguida de muerte, eso es pena máxima”. Además, hay otro agente con una caratula menor, “un Sargento de Policía que era el conductor del Móvil FR19 perteneciente a la Comisaría 1ra de Barranqueras”.
“Sebastián tenía 32 años, joven, sano. Acá está la foto de cómo lo dejaron a mi hijo, lo destruyeron”, reiteró su madre.
Su padre, aseguró que desde el primer día “la Sala de Prensa de la Jefatura de policía comenzó el ocultamiento. Habló de enfermedad preexistente, dijeron que había fallecido por una enfermedad preexistente”. Su madre, acentuó´: “Yo quiero aclarar que Sebastián no tenía ninguna enfermedad preexistente, era un joven totalmente sano”.
“A mí me mataron”, expresó sollozando la mujer. “Yo me morí con mi hijo. Me levanto y todos los días creo que es una pesadilla hasta que me doy cuenta que es la realidad que estamos viviendo. No sé por qué se sigue, es un misterio”.
“Buscamos justicia. Pero además de eso, de haberlo asesinado, lo dice la autopsia, que la causa de muerte fue por la terrible golpiza; fue sometido, lo que desencadenó su agónica muerte a los 10 días. Desde ese día, la Fiscalía Penal Especial de Derechos Humanos, hoy a cargo provisoriamente del que era secretario con el cuestionado fiscal Turraca, Luciano Santos, todos los días nos mata de a poco”, acentuó Don Ponce De León.
Leli, por último, consideró que “toda esta gente que llega a ocupar esta clase de cargos y que tiene la responsabilidad de esclarecerlos para que haya justicia por las víctimas y sus familias, todas, condición sine qua non, tendrían que tener un hijo torturado, golpeado y asesinado por la Policía para que hagan su trabajo a consciencia y sepan del horror, la tragedia que viven las víctimas y las familias, para que no le pase nunca más a ningún joven. La Policía del Chaco es una Policía violenta, asesina, son cobardes, son machitos en manada. Golpean a una persona esposada, totalmente indefensa”. “A mi hijo le sacaron todo, no le dejaron avisar a su familia. Nosotros nos enteramos dos días después que estaba en el hospital Perrando, cuando nos cansamos de llamarlo por teléfono y wasap y no teníamos contacto con él. Estaba agonizando en el hospital Perrando cuando nos llamaron para pedir autorización para empezar a dializarlo”.