Luego de un fin de semana trágico marcado por múltiples muertes en el río Paraná y en represas del interior provincial, el guardavida profesional Francisco Oporto alertó sobre los riesgos extremos que implican los bancos de arena, lagunas y cursos de agua sin control ni protocolos de seguridad, y advirtió sobre un “vacío crítico” en la aplicación de la normativa vigente.
En declaraciones a CIUDAD TV, el guardavida Oporto se refirió a la crítica situación que se vive en distintos puntos de la provincia, tras una serie de tragedias vinculadas al agua que dejaron al menos nueve víctimas fatales desde el sábado.
El testimonio se dio en el contexto del caso que conmocionó a Concepción del Bermejo, donde dos adolescentes de 13 y 15 años murieron ahogados al ingresar a una represa desbordada luego de intensas lluvias. A ese hecho se sumaron otras muertes registradas en el río Paraná, donde tres personas que se encontraban desaparecidas fueron halladas sin vida.
“El banco de arena no es un lugar para niños ni para familias”, advirtió Oporto, al explicar que estos sectores presentan riesgos extremos por la velocidad de la corriente y los cambios abruptos de profundidad. “Hay barrancos que pasan de un metro a cuatro metros en pocos pasos, y la correntada es mucho más fuerte que en la costa”, detalló.
El guardavida remarcó que en zonas donde se desarrollan actividades recreativas o deportivas la presencia de guardavidas debería ser obligatoria, y cuestionó la falta de controles tanto sobre embarcaciones como sobre bañistas. “La normativa existe, pero no se aplica. Ese es el gran problema”, sostuvo.
También apuntó a la ausencia de control permanente por parte de las autoridades competentes. “¿Quién controla en los bancos de arena? Vemos lanchas de gran potencia circulando cerca de la costa, personas sin chaleco salvavidas y ningún tipo de prevención”, señaló, y comparó la situación con un control de tránsito inexistente.
En cuanto a las recomendaciones, Oporto fue contundente: “En los bancos de arena, lo primero es no nadar. Aunque seas buen nadador, la correntada te lleva y no sabés dónde terminás”. Asimismo, alertó sobre los riesgos de intentar rescates improvisados. “El peor error es tirarse a salvar sin saber cómo hacerlo. Muchas veces terminan muriendo dos personas”, explicó.
En ese marco, insistió en la necesidad de contar con elementos básicos de seguridad en todas las embarcaciones, como salvavidas tipo rosca y sogas, y en la importancia de mantener contacto verbal con la víctima para tranquilizarla durante el rescate. “No hace falta ser un héroe, hace falta prevención”, remarcó.
Oporto también se refirió a los peligros en lagunas y represas, donde el agua turbia, el barro del fondo y la escasa visibilidad incrementan el riesgo. “El peligro es igual o incluso mayor que en el río. No se conoce la profundidad ni el fondo, y eso puede ser mortal”, afirmó.
Por último, advirtió sobre la falta de formación y capacitación en la provincia. Señaló que existen alrededor de 120 guardavidas registrados, pero solo 36 se encuentran trabajando activamente, y reclamó la creación de un registro único provincial y una política seria de profesionalización.
“Esto no es un vacío legal: la ley está. Lo que falta es aplicar la reglamentación y tomar decisiones políticas”, concluyó.
Fuente: (Ciudad TV y Chacodiapordia.com)
