Otra de las actividades que se realizaron en el marco de las diferentes actividades protocolares por el 141° aniversario de Resistencia, el intendente Jorge Capitanich encabezó el acto de izamiento de la bandera Whipala (que representa a los Pueblos Originarios), así como la imposición del nombre “Nataxala Leoncito” a una calle del Parque Intercultural 2 de Febrero, en honor al histórico cacique de la tribu Vilela.
Este acto forma parte de esta conmemoración que tiene como objetivo honrar nuestra historia, recordando y celebrando nuestra identidad plurilingüe, multicultural y plurirreligiosa”, destacó el jefe comunal, quien estuvo acompañado de representantes de pueblos originarios e integrantes de la Oficina Municipal de Asuntos Indígenas (Omai).
En el pasaje Fabriciano se impuso a una calle el nombre de “Nataxala Leoncito”, quien fue colaborador y custodio de la reducción vilela ubicada en San Buenaventura del Monte Alto.
Capitanich recordó que hay 25 colectividades organizadas que han participado en esta celebración y en ese contexto hay comunidades originarias en 17 barrios de la ciudad que conforman una población aproximada de 10.000 ciudadanos. “Es por eso que hoy los resistencianos celebramos esta fecha con un sentido a todos nuestros padres fundadores”, recordó.
Imposición del nombre
La incorporación al relato de la preexistencia en el territorio de comunidades indígenas, no solo desde lo discursivo sino desde una activa participación en diversas actividades, es uno de los puntos llevados adelante desde el inicio de la gestión y que toma especial relevancia en un nuevo aniversario de la fundación de Resistencia.
La imposición del nombre “Nataxala Leoncito” fue impulsada por la Omai en conjunto con el escritor Rolando Pérez Beveraggi. Leoncito fue colaborador y custodio de la reducción vilela ubicada en San Buenaventura del Monte Alto, hasta 1871.
Este jefe indígena fue el principal sostén de la reducción cuando en abril de ese mismo año se produjo la invasión de Corrientes por parte de fuerzas paraguayas y dio comienzo a la Guerra de la Triple Alianza. Las fuerzas guaraníes de ocupación prohibieron a los misioneros trasladarse a la reducción, quedando la misma a cargo de Leoncito.
Cuando el Capitán Lavarello realizó la navegación del Bermejo a bordo del vapor Centa en 1855, encontró algunas tribus vilelas cerca del paraje La Cangayé (actualmente cerca de la confluencia de los ríos Teuco y Bermejo) y conoció a un aborigen principal llamado Leoncito.
Éste se incorporó a la expedición por sus conocimientos de las riberas del Bermejo y de las tribus que los habitaban. Además prestó inestimables servicios como médico de a bordo, pues salvó la vida del contramaestre -herido en un ataque de los tobas- recurriendo a sus conocimientos de medicina aborigen.
A fines de 1864 el gobernador de Corrientes accedió por pedido del Ejecutivo nacional a la puesta en marcha de una población en el Chaco. Al principio tuvieron intenciones en lo que quedó de San Fernando del Río Negro, pero luego se inclinó por el que recomendaba el informe del ingeniero F. B. Couland, quien buscó un lugar no anegadizo su dictamen aconsejaba “la naturaleza del terreno es excelente; es una tierra negra vegetal, los pastos son más altos que un hombre, muy tiernos y de buena calidad; los indios bajan a venderlos a Corrientes, el río Tragadero es navegable, la naturaleza ha sido demasiado pródiga en estos lugares”.
Fue así que sacerdotes, vecinos de Corrientes y un grupo de indígenas recorrieron la costa del Paraná. Después de visitar la zona de San Fernando decidieron la instalación de un asentamiento de Vilela al norte del río Negro, en un lugar llamado Monte Alto por los indígenas.
Según Ramón de las Mercedes Tissera, Lagraña no quería tener problema con los obrajeros correntinos que estaban con los tobas en San Fernando y por eso eligió los grupos Vilelas para la instalación en San Buenaventura del Monte Alto.
Así, para el 12 de marzo se inaugura oficialmente la capilla en un acto al que concurrieron el gobernador correntino Lagraña y representantes franciscanos. El templo fue dedicado a San Buenaventura y un centenar de indígenas bajo la orden del “Leoncito” eran los primeros habitantes que dieron comienzo al nuevo poblado en la Reducción.
Invitados y autoridades
Junto con Capitanich participaron en el acto la presidenta del Superior Tribunal de Justicia de la provincia, Emilia Maria Valle; la diputada nacional Analía Rach; la senadora nacional, María Inés Pilatti Vergara; el diputado provincial Juan José Bergia; el vicecónsul de Italia, Aldo Cracogna; integrantes de la Comisión de Festejos por los 141 años de la Ciudad de Resistencia, la Unión de Colectividades del Chaco, familias e instituciones de la comunidad italiana (Fogón Friuliano, Alef, Asociación Italiana del Chaco, Dante Alighieri, Instituto Educativo Bilingüe “Amici”), etcétera, autoridades e integrantes de la Oficina Municipal de Asuntos Indígenas (Omai), Comisión de Fiestas Patrias y representantes de organizaciones de la sociedad civil.
Los funcionarios municipales que acompañaron al intendente en el izamiento de las banderas de Argentina e Italia fueron: los secretarios Raúl Codutti (General), Sebastián Lifton (Gobierno), Bernardo Voloj (Ambiente); y los subsecretarios Mariela Quirós (Cultura e Identidad Local), María Laura Fernández (Arquitectura e Ingeniería), Danilo Gualtieri (Infraestructura y Equipamiento Urbano), Mabel Viña Simoncini (Gestión Pública), Darío Kohli (Deportes), Hernán Knezovich (Inclusión Social); y los concejales Juan Manuel Chapo, Rodrigo Ocampo y Martín Bogado.