ste domingo 14 de febrero por la mañana se confirmó la noticia de la muerte del expresidente Carlos Saúl Menem, a sus 90 años, luego de sufrir infección urinaria y una neumonía que en los últimos meses lo llevó a internarse más de 15 días.
Estaba internado en el Instituto de Los Arcos. Menem no solo fue el presidente de la Argentina que más tiempo ejerció dicho cargo en modo continuo, por diez años, cinco meses y dos días, sino que también fue gobernador de La Rioja dos veces y fue senador nacional desde 2005 hasta su último día de vida.
Ese eterno paso por la política explica por qué será recordado en la historia argentina, con sucesos que hasta la actualidad siguen sin resolver, como el atentado a la AMIA o la causa por la que fue condenado sin sentencia firme por tráfico de armas a Ecuador y Croacia.
Construyó su poder acercándose a Perón y a la CGT y llegó a ser gobernador en su provincia en 1973, aunque no pudo terminar su mandato por el gobierno de facto más sangriento de todos en 1976.
Fue detenido en dicho proceso militar, aunque no dejó de tejer alianzas políticas, siempre en el peronismo, pero con una diferencia marcada con las ramas de izquierda.
Al retorno de la democracia, volvió a ganar las elecciones provinciales y fue gobernador durante toda la presidencia de Raúl Alfonsín, a quien sucedió como jefe de Estado.
Pacto de Olivos
Su primer mandato duró seis años y acordó una reforma con Alfonsín, líder de la oposición en aquel entonces, para poder ser nuevamente candidato, donde fue reelecto aunque por cuatro años más. Ese acuerdo se llamó Pacto de Olivos, en donde la UCR y el Partido Justicialista acordaban un «Núcleo de Coincidencias Básicas» establecidas en el acuerdo. El Pacto fue el antecedente directo de la Reforma de la Constitución de 1994.
Una de las reformas más recordadas de su gestión fue la de la Constitución en 1994, que, entre otros cambios, introdujo los derechos de la tercera y cuarta generación, normas para la defensa de la democracia y la constitucionalidad, las características de los órganos de gobierno, y nuevos órganos de control.
Convertibilidad: el «uno a uno»
En sus primeros años, la gestión de Menem fue recordada por las políticas neoliberales que dieron un giro al peronismo: con Domingo Cavallo como ministro de Economía, anunciaron la convertibilidad mejor conocida como «el uno a uno», donde un peso argentino valdría lo mismo que el dólar estadounidense, en un contexto en donde la hiperinflación que heredó de Alfonsín había dejado la divisa norteamericana en uno de los niveles más altos de la historia local.
A pesar de bajar la inflación y brindar posibilidades a gran parte de la clase media, las excesivas privatizaciones que practicó Menem generarían altos índices de desempleo, lo que generaría un gran descontento social que lo llevaría a perder las elecciones, en medio de un gran endeudamiento y fuertes cuestionamientos por las atentados a la Embajada de Israel y la AMIA. No obstante, los ataques fueron encubiertos por la Justicia menemista.
Vida privada
En medio del encubrimiento es que se suma la muerte de su hijo Carlos Jr, que si bien se determinó por peritos que fue un accidente del helicóptero, su madre Zulema Yoma y primera esposa de Menem aseguró que fue un atentado planificado por el entorno del mandatario.
Otro aspecto familiar que marcó la vida de Menem fue su hijo no reconocido, Carlos Nair, fruto de una relación que mantuvo con Martha Meza, con quien entró en un gran litigio por filiación.
Siempre en el poder
La Justicia fue otro de los aspectos más cuestionados durante las presidencias de Menem.
La Corte Suprema de Justicia tenía cinco de sus nueve miembros que votaron a favor toda intención política que necesitara el Ejecutivo.
Y su relación con la prensa, con la Justicia a favor, fue la que lo mantuvo con un dominio y censura si fuera necesaria durante sus mandatos para gobernar.
Aun así, a Menem le alcanzó para ganar las elecciones nuevamente en 1995 y hasta a ser el candidato más votado en la primera vuelta en 2003, con casi el 25%.
Su anunciada derrota en una segunda vuelta ante Néstor Kirchner lo hizo abandonar su candidatura, aunque desde 2005 se mantuvo en el Senado dentro del Partido Justicialista, incluso ahora, dentro del Frente de Todos, actual oficialismo.
Aficionado y ex jugador del básquet, fanático de los autos de lujo y comparado con el caudillo Facundo Quiroga por sus patillas, logró construir carisma que lo mantuvo durante muchos años al poder.