El presidente Alberto Fernández brindó este jueves 18 de marzo una sorpresiva cadena nacional para hablarle al país sobre la situación del coronavirus al cumplirse un año del inicio de la pandemia en la Argentina.
«Solo 15 países recibieron más del 10% de las vacunas que compraron. Nosotros recibimos sólo un 6% de las dosis que contratamos», expresó el Mandatario en un mensaje que duró 12 minutos.
Ante el temor a la llegada de una segunda ola de coronavirus, Fernández hizo un llamado a la población de «seguir cuidándonos y profundizar las medidas de prevención», al tiempo que insistió en remarcar que está «totalmente desaconsejado viajar al exterior«, y alertó sobre la peligrosidad de las nuevas cepas de COVID-19 que circulan en otros países.
«Hasta el momento llegaron al país solo el 6 por ciento de las dosis que hemos contratado, por eso no contamos con las dosis suficientes», admitió Fernández, que enfatizó que el Gobierno sigue siendo «muy optimista» en relación que en que llegarán más dosis en las próximas semanas para ampliar la campaña de inmunización.
«Nuestra voluntad política ha sido acompañada por el enorme compromiso de los trabajadores de la salud. Todos conocemos ya a al menos una personas que se dio una dosis de la vacuna», señaló el Mandatario. Y agregó: «Mientras avanzamos con esto, necesito pedirle a toda la sociedad que tenga responsabilidad, La pandemia no terminó, debemos extremar los cuidados para que el COVID no nos vuelva a aislar«.
El discurso de Alberto Fernández en cadena nacional:
La primera vez que les hablé de la pandemia les dije que mi prioridad era cuidar la salud de los argentinos. Algunos creyeron que las medidas que impulsaba eran exageradas. Pero la experiencia demostró que era necesario ganar tiempo para evitar que se sature el sistema de salud. Y así, poder salvar vidas.
La pandemia se ha hecho mucho más larga de lo que todos esperábamos. Conozco muy bien las consecuencias económicas y sociales que la pandemia depara. Soy muy consciente del impacto que provoca en la salud. También en las dificultades para encontrarnos con nuestros afectos.
Todas nuestras actividades se han visto afectadas. Sé que en algún momento muchos sentimos cansancio de las limitaciones y hartazgo de la pandemia. Un año después quiero que conozcamos cuál es la situación, cuáles son las dificultades y cómo debemos abordarlas.
El mundo va a tener que convivir con la pandemia. También nosotros. Aprendimos a producir con Covid. Aprendimos a educar con cuidados. Aprendimos a cumplir los protocolos en todo tipo de establecimientos. Aprendimos a cuidarnos en actividades deportivas, culturales y encuentros familiares.
Mi mayor preocupación sigue siendo la salud, salvar vidas y cuidar la recuperación económica. Trabajamos para que esa recuperación empiece a sentirse en la vida de la gente.
Cuando vemos la situación epidemiológica de la Argentina y vemos lo que sucede en la región, es evidente que tenemos importantes desafíos. Hay 3 problemas muy importantes. El primero es que en muchos países con la llegada del otoño, o incluso antes, se inició una segunda ola, en muchos casos con niveles de contagios y fallecimientos muy elevados.
El segundo problema es que el Covid ha tenido mutaciones y nuevas variantes, algunas de las cuales son mucho más contagiosas y con severa letalidad.
El tercer problema es que hay escasez global de vacunas. Sólo 18 países han recibido el 88% de las vacunas que se han distribuido hasta ahora. La gran mayoría de los países está en un gran desierto, con pocas vacunas o sin ningún acceso a ellas.
Además, hay un retraso global en la entrega de vacunas. Hay problemas de producción, logísticos, de insumos, ante una complejidad absolutamente excepcional. Cada país firma contratos para la compra de vacunas. Si analizamos cuánto recibió hasta ahora cada uno del total que compró, surge un dato impactante.
Sólo 15 países recibieron hasta ahora más del 10% de las vacunas que compraron. Esta es la realidad del mundo de 2021: la escasez, la desigualdad y la demora de las vacunas.
Hoy conversé con los 24 gobernadores. Analizamos la situación y consensuamos medidas. Para afrontar el otoño y el invierno tenemos un Plan que incluye dos dimensiones: vacunación y cuidados.
El año pasado nos cuidamos para ganar tiempo para fortalecer el sistema de salud. Supimos conseguir un incremento de 47% de las camas de terapia intensiva, incorporamos 3.300 respiradores, hicimos 12 hospitales modulares.
Fue por ese tiempo y ese trabajo colectivo que no saturó el sistema de salud. Fue por eso que cada persona que lo necesitó pudo acceder a la atención sanitaria.
Por eso, una vez más los invito a trabajar unidos, sin importar las diferencias ni políticas ni sociales. Queremos el cuidado colectivo y la vacunación. Trabajamos de manera coordinada con las 24 jurisdicciones y con toda la sociedad argentina.
Para prevenir y reducir todo lo posible el impacto de la segunda ola, les pido que todos y todas respetemos las principales medidas de prevención: Dos metros de distancia, uso adecuado del barbijo, higiene de manos, mantener los ambientes ventilados y realizar actividades al aire libre.
Quiero que sepan que las nuevas variantes del virus hacen riesgoso viajar. Está totalmente desaconsejado viajar al exterior. Quienes lo hagan, al regresar deberán aislarse y tener cuidados estrictos. Las fronteras continuarán cerradas para turistas extranjeros, como lo están desde el 24 de diciembre.
Los argentinos hemos aprendido a cuidarnos. Ahora que llega el otoño tenemos que reforzar esos cuidados. Cuanto más lo hagamos, habrá menos contagios y fallecidos. Donde no hay cuidado colectivo, cualquier sistema de salud puede desbordar.
En el desierto global de vacunas, nosotros ponemos toda nuestra energía, la capacidad financiera del Estado y su logística en comprar nuevas dosis. Organizamos que sean trasladadas y distribuidas a cada cuidad, a cada barrio, a cada pueblo, a los lugares más remotos del país. Mi objetivo es que la vacuna llegue lo antes que sea posible a cada uno y a cada una.
Queremos que se puedan vacunar todos los habitantes del país. El Estado Nacional compra, recibe y distribuye a las provincias en forma proporcional a la cantidad de habitantes. ¿Eso se está cumpliendo bien? Sí. ¿Estamos acelerando la cantidad de personas vacunadas por semana? Sí.
¿Está resultando todo tal como esperábamos? No. Porque hay dilación global en la producción de vacunas. Nosotros hemos firmado contratos para adquirir más de 65 millones de dosis y seguiremos firmando nuevos contratos.
Al igual que sucede en todo el mundo, las vacunas que habíamos adquirido lamentablemente están demorando más tiempo en llegar. Nuestros proveedores han tenido dificultades para escalar la producción y no han podido entregar en el tiempo que habían previsto. La verdad es que incluso los países más ricos han tenido negociaciones y tensiones con los proveedores.
Hasta hoy llegaron al país 4 millones de dosis, un 6% de las dosis que hemos contratado. Cerca de 3 millones de dosis se han aplicado a argentinas y argentinos. La semana pasada se vacunaron 723 mil personas en el país, 100 mil personas por día. La Argentina tiene la capacidad de vacunar 4 millones y medio de personas por mes, pero aún no contamos con las dosis suficientes.
Aunque el problema de la escasez global continúa, llegarán nuevas dosis en los próximos días. Trabajamos de modo incansable para adquirir todas las dosis necesarias. Somos optimistas en lograrlo.
Detrás de cada persona vacunada les puedo asegurar que hubo mucha gente trabajando silenciosamente para hacer la compra, la distribución, garantizar la cadena de frío, hacer la aplicación adecuada y registrar a cada persona vacunada. Para que eso suceda es imprescindible un Estado presente.
Todos conocemos a una persona que ya ha recibido por lo menos una dosis. Cada día que pasa, hay más argentinos que ponen el brazo con emoción y satisfacción.
Necesitamos mucha prevención y mucha responsabilidad individual y colectiva. La pandemia no terminó. Debemos extremar los recaudos para que el Covid no nos vuelva a aislar. Si toda la sociedad se cuida vamos a lograr que el impacto de la segunda ola sea lo menos dañino posible.
Nuestro enorme agradecimiento a todo el personal de salud y a todos quienes trabajan en el cuidado colectivo. Quiero reiterar todo mi afecto para quienes han perdido un ser querido.
Tenemos que saber que cuando hayamos avanzado en la vacunación estaremos empezando a controlar la pandemia. Solo entonces podremos mirar hacia atrás y podremos recordar estos momentos desafiantes que hoy vivimos. Cuando eso suceda, habremos aprendido de este tiempo y la sociedad argentina podrá estar orgullosa de sobreponerse a estos enormes desafíos.