os intendentes del Conurbano fueron los primeros en advertirle al Presidente que la inseguridad volvía a estar entre las mayores preocupaciones en sus distritos.
Después de una baja en el delito por la cuarentena, los índices volvían a subir y la inquietud por el avance del coronavirus comenzó a darle paso a la alarma por el incremento de los robos. Este territorio le dio a Alberto Fernández más de un millón y medio de votos y allí se definirá la elección legislativa más importante del año próximo, por lo que el jefe de Estado decidió ponerse al frente y ser el protagonista del Programa de Fortalecimiento de Seguridad.
El lanzamiento del plan se terminó de definir en la mesa política que todos los martes se reúne en la Quinta de Olivos.
Las últimas semanas, a la cita del Presidente con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro; el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el presidente del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, se sumaron el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, e intendentes para avanzar con las medidas que se anunciaron ayer.
“Tenemos que tomar la iniciativa y sacarle un discurso a la oposición con el que el año próximo van a querer hacer campaña”, coincidieron en uno de estos encuentros. Fue Cafiero el que debió mediar con los reclamos que generan tironeos internos y definir las prioridades para su lanzamiento. En ninguna de las reuniones participaron Sabina Frederic y Sergio Berni, ministros de Seguridad nacional y provincial.
El armado del acto que encabezó Fernández desde la residencia de Olivos y los distritos bonaerenses de Quilmes, San Isidro y Merlo, desde donde se encontraban funcionarios y 24 intendentes estuvo a cargo de Wado De Pedro.
Allí el Presidente aseguró que el Gobierno será “implacable” con quienes delinquen, “con el Código Penal en la mano”. “El problema de la inseguridad en el Gran Buenos Aires es el tema que más nos preocupa, más allá de la pandemia”, dijo Fernández.
El jefe de Estado anunció una inversión de $ 37.700 millones para 2.200 nuevos móviles, 4 mil paradas seguras, 12 unidades carcelarias, el envío de 3.957 efectivos de las fuerzas federales al Gran Buenos Aires y 10 mil nuevos agentes bonaerenses.
En las conversaciones previas, los jefes distritales plantearon poder agilizar el uso de fondos y sumar partidas para el combate de la inseguridad. Las compras de equipamiento a través de licitaciones del gobierno bonaerense hacían que pasaran varios meses entre un pedido del municipio y que la compra se concretara.
Por esto, entre las nuevas medidas Jefatura de Gabinete firmará un convenio con la Provincia para que pueda transferir de manera inmediata a los municipios $ 10 mil millones para que los municipios puedan adquirir chalecos antibalas, cámaras de seguridad, armamento, municiones, tecnología analítica aplicada y móviles policiales.
“Hoy los municipios fueron protagonistas, cada vez van dejando más atrás los municipios que se dedicaban al alumbrado, barrido y limpieza”, dijo el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares (Frente de Todos), ante los reclamos de inseguridad que suelen terminar en las puertas del municipio.
“Gobierno nacional, provincial y municipal unidos luchando contra la inseguridad con una gran inversión, construcción de nuevas cárceles, suma de 4 mil efectivos, patrulleros, motos, cámaras e iluminación. La sociedad espera respuestas y hoy estamos dando un paso muy importante”, aseguró el jefe comunal de Hurlingham, Juan Zabaleta (Frente de Todos).
“Hace rato que venimos planteando la necesidad de un fondo de seguridad, de inversión, de priorización de este tema, especialmente en la Provincia, y que el Presidente tome la iniciativa e incluya en un marco de diversidad los tres niveles de gobierno es un paso adelante”, dijo el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.
El jefe distrital de Juntos por el Cambio estuvo el día previo con Fernández en un acto. “No podemos dejar que nos hagan pelear”, se dijeron mientras los cruces entre el oficialismo y la oposición crecen. Axel Kicillof sostuvo que el plan de seguridad “es uno de los más grandes de que se tenga memoria” y destacó la presencia “tanto del oficialismo como de la oposición” en el acto. Además detalló que “la Provincia necesitaba una importante inversión y transformación de la Policía”, y anticipó que en los próximos días anunciará un plan para los distritos más allá del Conurbano.
Después de los cruces entre el gobierno nacional y provincial que terminaron con el envío de agentes federales al Conurbano, también habrá un nuevo desembarco de fuerzas comandadas por Frederic. Según detalló el Gobierno, se invertirán $ 3.780 millones y un incremento de 100% de las fuerzas en operativos de seguridad (3.957 agentes más).
A su vez, se construirán 4 mil paradas seguras en los principales corredores del Conurbano que contarán con botón antipánico, intercomunicador conectado a un centro de monitoreo de seguridad, cámara domo 360 grados y reconocimiento facial. Además se construirán 12 unidades carcelarias con 5 mil nuevas plazas, que alcanzaría para cubrir los detenidos en comisarías, y obras de refacción en 96 comisarías. “Si este plan funciona, la impunidad bajará y eso demandara más lugares en las cárceles. Por eso buscamos crear cárceles que den condiciones de encierro adecuadas a los que delinquen”, dijo Fernández en la Plaza de las Armas mientras varios dirigentes trataban de distraer y alejar de las cámaras a Dylan, el perro del Presidente que no sabe lo que es estar atado.
El acto comenzó con retraso y esta vez en Olivos aseguraron que no tuvo que ver con el jefe de Estado, sino que todas las miradas apuntaron al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. No cayó bien en el Gobierno que el jefe distrital se “entretenga” dando notas en el ingreso al acto en las que habló hasta de las tomas de tierra, problemática que quedó afuera del anuncio.