El organismo publicó un informe con las personas que sufren más ataques y con las cuentas favoritas de los trolls.
Amnistía Internacional publicó un informe en el que advierte al Estado sobre el uso de trolls en las redes sociales para atacar periodistas y activistas de Derechos Humanos.
Según el informe titulado «El debate público limitado. Trolling y agresiones a la libre expresión de periodistas y defensores de derechos humanos en Twitter Argentina», los ciberataques y las agresiones, específicamente a periodistas y defensores de derechos humanos, tienen el propósito no sólo de descalificar a referentes sino también de funcionar como un dispositivo de disciplinamiento y autocensura.
El estudio se centró sobre ciberataques contra nueve reconocidos periodistas y dos activistas por los derechos humanos de diversa extracción y afinidades culturales e ideológicas.
El organismo armó un listado de las cuentas de Twitter más frecuentadas por las cuentas que participan en ciberataques, entre las que se destacan Hugo Alconada Mon y Ernesto Tenembaum, dos de los objetivos más frecuentes de los acosos en la red social.
También figuran Reynaldo Sietecase, Eduardo Feinmann, Marcelo Longobardi, María O’Donnell y Jorge Héctor Santos (ex director de Radio Mitre).
Según el informe, uno de los usuarios favoritos de los trolls es el diputado macrista Fernando Iglesias, que fogonea a diario campañas de desprestigio en Twitter contra periodistas y dirigentes opositores.
El listado de las cuentas analizadas lo completan los usuarios Alfredo Darrigo, Pajarita TW, LtCastilloVice, GustavoBruzone, Winston_Dunhill, GFrondizi, loladlaguarda, elcoya1977, Mr_Bugman y LaMacrista.
«Es importante que el Estado tenga una actitud proactiva y transparente en relación con la protección de las voces de los ciudadanos», indicó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
«Amnistía Internacional pide tanto al Estado como a las empresas de redes sociales digitales que sugieran y/o incorporen herramientas de detección y protección frente a este tipo de prácticas. Además sugiere que mejoren los canales de denuncia y las normas de uso para evitar la manipulación o el cercenamiento de derechos vía ataques de cibertropas», indicó el organismo.