PRONÓSTICO EXTENDIDO

Aplastante derrota del gobierno en el Senado: con ayuda de Macri se aprobó por dos tercios el aumento a los jubilados

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El Senado asestó un duro golpe a Javier Milei este jueves, al convertir en ley por bastante más que dos tercios el proyecto que aumenta las jubilaciones.

Tras el golpe de Diputados con los fondos de la SIDE, por segunda vez el PRO votó contra la administración de Milei, junto a la UCR, el peronismo y aliados provinciales.

La votación terminó con 61 votos por la positiva y apenas 8 en contra, nutridos por los siete libertarios y la macrista Carmen Álvarez Rivero, la única de la bancada de Luis Juez que se subordinó a la Casa Rosada. Los dos tercios son 48 votos, así que la magnitud de la caída del gobierno no tiene muchos antecedentes.

La ferocidad del golpe no parece casual luego que el presidente Milei se dedicara a insultar de arriba a abajo a los senadores por su reciente aumento de las dietas.

El resultado abrochó una semana negra para el gobierno, que no mostró coordinación política para evitar la sucesión de derrotas que sufrió en los últimos tres días. Entre la designación de Martín Lousteau como presidente de la Bicameral de Inteligencia y la anulación del DNU en la Cámara Baja con 20 votos del macrismo, el oficialismo llegó a la sesión de este jueves casi con resignación.

Con la sanción de este proyecto que detona el forzado superávit de Milei, el PRO agravó la confrontación que planteó contra el gobierno el propio Mauricio Macri, enfurecido con Santiago Caputo. Y la UCR, por su parte, endureció su posición después de coquetear con los libertarios para dilatar los tiempos de tratamiento y sanción del proyecto.

El PRO votó con radicales, peronistas y provinciales contra el gobierno de Milei. Fue así que alcanzaron los 61 votos. Los dos tercios son 48 votos, así que la magnitud de la caída del gobierno no tiene muchos antecedentes.

Aún así, los senadores aliados intentaron una negociación de último momento durante un cuarto intermedio que pretendía ser de 5 minutos pero se extendió por más tiempo. 

Tambien que buscaron incorporar en la conversación a Victoria Villarruel, atacada por Santiago Caputo y Karina Milei de forma incesante durante los últimos días. La vicepresidenta se vengó y se corrió de la negociación, dejando que el gobierno sufra una derrota total.

Según fuentes parlamentarias, la estrategia fracasó porque el presidente del bloque radical, Eduardo Vischi, rechazó el acuerdo que se buscaba, bajo la intención de introducir modificaciones al expediente y demorar su sanción. La jugada, además, le habría ahorrado el veto a Milei.

El radical Vischi y la kirchnerista Sagasti en la sesión de este jueves.

El gobierno de Milei cerró así una semana profundamente negativa. Tanto que durante los discursos de cierre, el formoseño José Mayans disertó largamente sobre la fragilidad de la economía argentina por el endeudamiento y hasta hizo reír en más de una ocasión a Villarruel, cuando afirmó que Luis Caputo «entiende la economía como el culo». Y hasta se permitieron gastar a Milei al recordar que la vice lo bautizó «jamoncito» (ver video).

Las risas continuaron cuando el formoseño se refirió al Presidente y reclamó «que alguien le explique a este muchacho» como funciona la economía, aunque reconoció que el problema es «que son todos chupamedias».

Si quienes vamos a votar este proyecto que viene con dos tercios somos degenerados fiscales, le quiero decir al Presidente que él es un degenerado social.

Para colmo, Villarruel abandonó el recinto cuando finalizó la intervención de Mayans y comenzó a hablar el presidente de la bancada de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche. El vacío evidente produjo cuchicheos en el recinto. La vicepresidenta no regresó para la votación y asumió la conducción de la sesión Bartolomé Abdala.

La peronista Juliana di Tullio, minutos antes, había criticado a Milei por el retuit que le dio al mensaje de Javier Lanari en X, cuando sostuvo antes que arranque el debate parlamentario que «el equilibrio fiscal es la columna vertebral del plan económico» y tildó de «degenerados fiscales» a los legisladores. «Si quienes vamos a votar este proyecto que viene con dos tercios somos degenerados fiscales, le quiero decir al Presidente que él es un degenerado social», afirmó.

Las diferencias se produjeron alrededor de los artículos 2 y 4, que establecen un aumento adicional en marzo de cada año en base al RIPTE y el suplemento para cubrir la canasta básica por adulto equivalente. Los aliados al oficialismo se preocupaban por introducir modificaciones a esos cálculos para no condicionar más el resultado fiscal del gobierno y evitar, así, el veto que Milei promete sin contemplaciones.

Por eso, la votación en particular obtuvo menos votos por la afirmativa pero superó de todos modos los dos tercios también. El peronismo y el radicalismo persistieron con el respaldo al expediente tal cual llegó a la Cámara Alta después de la media sanción de Diputados.

La acumulación de agravios que el gobierno libertario acumula con los senadores, habilitaba este jueves en el Senado la conjetura de que los dos tercios podrían consolidarse para insistir en caso de veto presidencial.

Una senadora que promovía cambios en los artículos mencionados admitió que, si hubiese prevalecido su postura, se hubiera dilatado la sanción pero planteó que podría haber servido «para que Milei no vete». «Hay una discusión jurídica sobre la posibilidad de vetar artículos en particular, aprobados por mayoría simple, en una ley que fue votada por dos tercios en general: una parte de la biblioteca dice que se puede y la otra que no se puede», explicó.

Otro de los artículos señalados por los senadores más afines al gobierno fue el 10°, referido a la cancelación de las deudas de la Nación con las provincias por las cajas previsionales. «Por más que lo hubieran modificado lo veta igual», descontaba un legislador experimentado.

No obstante, la acumulación de agravios que el gobierno libertario acumula con los senadores, habilitaba este jueves en el Senado la conjetura de que los dos tercios podrían consolidarse para insistir en caso de veto presidencial.