La versión que desde ayer circula en el gobierno es que los especialsitas enviados por Rusia, encontraron en el fondo del mar a unos 470 metros al submarino ARA San Juan y «cedieron» el hallazgo a tripulantes argentinos.
Fuentes de la Casa Rosada confirmaron que el rumor en efecto existe, pero lo consideraron «poco probable».
De manera coincidente con ese rumor -o acaso sea el origen- ayer la revista especializada Puerto, reveló que un buque científico del del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), habría identificado un objeto cilíndrico de aproximadamente 60 metros de largo y 13 metros de diámetro.
Según la revista, el barco Víctor Angelescu, realizó el descubrimiento el jueves a las 7.32 de la mañana y ahora son especialistas de la Armada los que analizan las imágenes del hallazgo.
Según la publicación, el objeto fue encontrado a 477 metros de profundidad en 46º24.5′ de latitud Sur y 60º11.7′ de longitud oeste.
La información publicada por Revista Puerto, agrega que mediante «la ecosonda multihaz se pudo observar un blanco de sonar de forma alargada ubicada sobre el fondo con dimensiones de aproximadamente 62 metros de longitud; altura sobre el fondo de 13 metros; mientras que la ecosonda monohaz reportó 11 metros de altura sobre el fondo».
La Armada confirmó este viernes que analizaba cuatro indicios descubiertos en el fondo del mar, pero reiteró que ya no quedan en la zona equipos de rescate de sobrevivientes. Según las autoridades de la Armada, de los seis «contactos» registrados en el área de búsqueda uno corresponde a un buque pesquero hundido y registrado y el otro sería un potero».
El operativo de búsqueda cubrió ya prácticamente el 100 por ciento del área de rastrillaje prevista, pero aún no se identificaron de manera fehaciente rastros del ARA San Juan que desapareció hace 16 días, con su tripulación de 44 personas.
El Angelescu está siendo tripulado por personal de la Prefectura y colaboran en la búsqueda cinco científicos del Programa de Acústica, que dirige Adrián Madirolas.
Según la Revista Puerto, el informe indica que «se trata de una estructura ubicada sobre el fondo con altos valores de reflectividad sonora pero que según se observa en la ecosonda monohaz no parece ser parte de la estructura del fondo, es decir que no parecía ser una restinga».