Mientras el presidente Mauricio Macri sigue con sus vacaciones en Villa La Angostura, Jair Bolsonaro asumió oficialmente como mandatario en Brasil y el canciller argentino, Jorge Faurie, fue el enviado en representación de la administración de Macri, quien viajará el 16 de enero a reunirse con el nuevo mandatario de ese país en la primera reunión bilateral entre ambos.
Faurie fue la máxima autoridad argentina que participó en Brasilia del acto central de toma del mando de Bolsonaro, en medio de un operativo de seguridad sin precedentes, que incluyó misiles antiaéreos, miles de policías en las calles y alambres de púas en torno a la Explanada de los Ministerios, cerrada desde el sábado, para evitar cualquier desborde de manifestantes.
A pesar de que el día estuvo plagado de actividades protocolares propias de la asunción, no se descarta que Faurie mantenga un breve diálogo con el nuevo canciller brasileño, Ernesto Araújo, para preparar la próxima reunión que Macri y Bolsonaro mantendrán en dos semanas, cuando el presidente argentino viaje a visitarlo.
Faurie y Araújo (que se conocen desde la época en que ambos trabajaban en la construcción del Mercosur para sus respectivos países) mantuvieron un desayuno de trabajo a principios de diciembre, donde también participó el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica.
Luego de esa reunión, Faurie declaró a la prensa que había logrado con su par Araújo una «franca convergencia», resaltó que «el gobierno de Bolsonaro pretende valorizar mucho la relación con Washington» y destacó que los dos países ven «la necesidad de dar un mayor dinamismo al Mercosur» que amplíe las posibilidades de negociar con el mundo.
Otros temas que se descuenta tratarán los mandatarios serán la postura regional ante la situación de Venezuela, y la agenda de negocios con Brasil, el mayor socio comercial de nuestro país.
Por su parte, Macri siguió desde sus vacaciones en la Patagonia junto a su esposa Juliana Awada y la hija menor de ambos, Antonia, la asunción de su par de Brasil, Jair Bolsonaro.