PRONÓSTICO EXTENDIDO

Cristina Kirchner, el día despues tras el atentado: «Estoy viva por Dios y por la Virgen

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La vicepresidenta Cristina Kirchner realizó este jueves su primera actividad pública luego del fallido intento de magnicidio que sufriera el 1 de septiembre en las inmediaciones de su casa en el barrio de Recoleta, por el cual hay cuatro detenidos, entre ellos el tirador, Fernando Sabag Montiel. 

«Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen», dijo en un acto junto a curas villeros.

La reaparición de quien fuera dos veces jefa de Estado tuvo lugar en el Senado de la Nación. Allí recibió a un grupo de curas en opción por los pobres, hermanas, religiosas y laicas, a quienes les agradeció por aceptar su invitación ya que, según dijo, deseaba que su primera aparición pública tras el ataque sea con ellos.

«Quiero agradecerles que hayan venido todas y todos. Quería que mi primera actividad publica, por así decirlo, o fuera de un despacho, fuera con ustedes. Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen, realmente», afirmó al comenzar su alocución.

Y continuó: «Me pareció que si tenía que agradecer a Dios y a la Virgen tenía que hacerlo rodeado de curas por los pobres, villeros, y de hermanas religiosas y laicas. Me hubiera gustado que estuvieran mis amigas las Carmelitas de San Nicolás pero no pueden porque son de clausura. Las invite pero después me di cuenta que no podían».

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Allí dijo que «me hubiera gustado estar el otro día en la Basílica de Luján» pero dijo no querer entorpecer el acto porque «iba a haber mucha seguridad». «Era un momento muy especial», agregó Cristina.

Qué le dijo el papa Francisco

También dio a conocer que el Papa Francisco se comunicó al otro día del atentado. «Ustedes saben que el Papa Francisco me llamó bien tempranito al otro día de ese jueves, el viernes me llamó. Estuvimos hablando y me dijo que los actos de odios y de violencia siempre son precedidos por palabras y verbos de odio y violencia. Primero es lo verbal y ese clima va creciendo y creciendo y se produce…bueno…no quiero hablar de eso de ese día, no».

«Lo más grave fue haber roto un acuerdo social»

Si bien no se refirió específicamente al hecho en sí, habló de una ruptura a nivel social que el país está atravesando. «A mi me gusta vivir en orden, pero para mi el orden que nosotros dimos en nuestro gobierno fue que la familia coma toda junta, que los pibes vayan al colegio a estudiar y no a comer, que los obreros tengan su trabajo en la fábrica o comercio, el orden que cada uno está haciendo lo que sabe y tiene que hacer», dijo y agregó: «El orden del palo y bala eso no me parece orden».

Al mismo tiempo, la vicepresidenta Cristina Kirchner recordó sus vivencias en su juventud, durante la dictadura militar, al señalar que «todo lo que fueron experiencias de violencias, con las violencias más extremas, fracasaron y no solo eso, sino que dejaron secuelas y heridas que la sociedad todavía tiene».

«Ese día que llegué había estado acá en el Senado hasta a las 20.30 más o menos. Y la verdad que estaba feliz por que habíamos tenido una reunión con la gente de YPF y Petronas, la empresa de Malasia que va a hacer una inversión importante en la Argentina que nos va a permitir tener exportaciones (…). Y pasó lo que pasó. Lo más grave no es lo que me pudo haber pasado a mi. Para mi lo más grave fue haber roto un acuerdo social que había desde 1983″.

En ese sentido, dijo que la recuperación de la democracia «no fue solamente que podamos volver a votar a las autoridades» sino «volver a recuperar la vida y la racionalidad. Que podamos discutir en política». Pero el ataque del jueves 1 de septiembre «fue una ruptura de eso que tenemos que volver a reconstruir urgentemente».

«Ya fui presidenta dos veces (…). No son esas las cosas que me seducen»

Como ejemplo de la construcción de acuerdos básicos, se refirió al encuentro que mantuvo en julio con el economista liberal y de la Fundación Mediterránea, Carlos Melconian. «Cuando me junté con (Carlos) Melconian, que nadie puede pensar que tengo sus mismas ideas, pero esta es la gracia. Juntarse con los que piensan distintos y ver si al menos en economía si podemos tener un acuerdo mínimo», dijo y señaló que cuando mantuvo ese encuentro fue con la intención de acercar posiciones.

Al respecto, dijo que su principal deseo es encontrarle una solución a la crisis inflacionaria. «Todo dirigente quiere ser presidente, como todo cura quiere ser Papa. Eso lo charlamos con Jorge (Bergoglio), se reía y finalmente yo tenía razón. Y la verdad que en mi caso ya fui presidenta dos veces. La máxima ambición que tiene un político yo ya la tuve (…). No son esas las cosas que me seducen y me animan. Las cosas que me animan son ver si podemos salir» de la crisis inflacionaria, destacó.

En su alocución, también apuntó contra aquellos grupos minoritarios y violentos «que quiere suprimir al que piensa diferente». Siguiendo esa línea, dijo que los argentinos y argentinas «tenemos la obligación de retomar un camino que costó mucho», en relación a la convivencia democrática ocurrida tras 1983 y puso como ejemplo la reacción de los militantes kirchneristas que redujeron a Sabag Montiel.

«Fueron los militantes, no fue la Policía. No solamente lo detuvieron sino que impidieron que, fracasado el primer disparo, intentó montar nuevamente el arma y se lo impidieron. No hicieron Justicia por propia mano o lo lincharon sino lo que le corresponde a ciudadanos democráticos y cristianos. Lo entregaron a la Policía», añadió la vicepresidenta Cristina Kirchner en el Senado.

No creo que tengamos que sancionar ninguna ley especial. No creo que reconstruir eso que tanto trabajo nos costó lograr a partir del 1983 no requiere de ninguna ley. Con las vigentes alcanza y sobra. Lo que hay que poner es institucionalidad (…). Creen que es posible reconstruir económicamente el país con lo que es necesario para la gente que no le alcanza el salario, para los que lo tienen. O los que no pueden pagar el alquiler de la casa, los que todavía tienen un alquiler (…). ¿Se puede hacer esto en un país donde solo se insulta y se agravia? Si la economía tiene problemas hay que discutir números y ponernos de acuerdo», continuó.

Sin embargo, manifestó que cuando se responde con insultos y agravios «es porque no se quiere discutir en serio de economía». Pero remarcó la necesidad de discutir con todos, «con los que nos gustan y con los que no nos gustan, como hacía Cristo. Me he vuelto un poquito mística», dijo entre risas y agregó: «Convengamos que hay razones que me asisten».

Sobre el final, agradeció a los presentes por participar del evento y como habitúa a pedir el Papa Francisco dijo: «Recen mucho por mi porque lo necesito».