Con la Rambla repleta de militantes y seguidores, la presentación de Sinceramente en Mar del Plata se volcó definitivamente hacia la campaña electoral. La precandidata a la vicepresidencia Cristina Kirchner lamentó la estrategia de estigmatización montada por el macrismo, que en las últimas horas se reflejó con el ataque a una candidata mendocina y la fake news sobre la quema del auto del intendente de Basavilbaso , y advirtió que «la construcción de estereotipos terminan en episodios de violencia».
En ese tono, la actual senadora exhortó a los ciudadanos, y también a los empresarios, a abstraerse «del prejuicio y la manipulación», apuntalado por el «blindaje mediático», y marcar «un punto de inflexión» en las elecciones de octubre.
«Confiemos en la sensatez de los argentinos. Es imposible que, haciendo lo mismo, los gobiernos tengan resultados diferentes», analizó la precandidata a menos de un mes de las PASO y denunció la vuelta de la «bicicleta financiera… como durante la dictadura, el menemismo y la Alianza».
«Hay que poner un punto final al endeudamiento del país con fines especulativos y fuga de dólares», aseguró Cristina.
«Entraron más dólares a la Argentina en estos tres años y medio que en todo el Plan Marshall. Pero el Plan Marshall se vio, reconstruyeron Europa. ¿Dónde están esos millones que entraron al país, si tenemos cada vez más gente durmiendo en la calle y fábricas que cierran?», se preguntó la ex mandataria en otro pasaje crítico hacia la economía macrista.
Además, Cristina insistió en sus críticas respecto del «blindaje mediático» con el que cuenta el gobierno de Mauricio Macri y volvió a compararlo con los años de la última dictadura cívico-militar.
«No vi este blindaje mediático con ningún otro presidente. La única etapa política institucional que se puede comparar con este nivel de blindaje es la dictadura», aseguró.
La ex presidenta repasó brevemente la entrevista que dio la gobernadora María Eugenia Vidal al programa Corea del Centro, en la que se quedó sin respuestas ante las repreguntas de los periodistas.
«Con coucheo podés ganar una elección, pero el problema es cuando hay que gobernar», sentenció la candidata del Frente de Todos.
«La provincia de Buenos Aires es un país dentro de otro, con un tercio del PBI, el 39 por ciento de la población y el 31 por ciento del trabajo registrado. Sería estupendo que la Provincia pudiese tener un gobernante que supiese qué pasa con la economía», advirtió Cristina el primero de varios guiños hacia el candidato a gobernador Axel Kicillof.
A Rambla llena
«Un aplauso para esa Rambla, por favor», pidió la precandidata a vicepresidenta al ver, en las pantallas del auditorio del Teatro Provincial, la multitud que se había reunido en la costa marplatense para seguir su discurso. Más de una hora después saldría a saludarlos desde un segundo escenario, ya clásicamente electoral, en el que también tomaron la palabra Kicillof y Raverta.
Dentro del auditorio, la sexta entrevista de presentación de Sinceramente, con el habitual mano a mano con el periodista Marcelo Figueras, inició de lleno la campaña electoral.
El violento ataque a la postulante a concejala de Godoy Cruz, Gabriela Malinar, por parte de Rodrigo Aznares, un empleado de Cambiemos, y el falso «ataque ultra k» contra el intendente oficialista de Basavilbaso, Gustavo Hein, magnificado por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el propio presidente Macri fueron los primeros temas.
La ex presidenta no vaciló en calificar de «energúmeno» al atacante de Cambiemos contra la candidata del Frente Elegí y subrayó que se trató de «un puntero de (el gobernador de Mendoza) Alfredo Cornejo».
«Los medios han montando un estereotipo de que el puntero pertenece únicamente al peronismo», advirtió Cristina su primera arremetida contra los estereotipos y prejuicios puestos en juego en la campaña, utilizados «en series televisivas para la campaña electoral «.
En cuanto a la fake news generada con el ataque al intendente entrerriano, Cristina lamentó que «la ministra de Seguridad dijera que fue un militante ultra k, cuando resulta que era militante, pero no ultra k y con posteos muy violentos en sus redes en contra de La Cámpora».
«Con la estigmatización proyectan sus propias miserias, que los medios de comunicación también aumentan. Imaginemos si el enargúmeno hubiese sido un militante del Frente de Todos», denunció Cristina.
Blindaje mediático
«Cuando termina el acto, enfilan para el centro o para el otro lado, eh», advirtió la ex mandataria a todos los presentes y a quienes la seguían desde la Rambla en la única referencia al acto que, a cuatros cuadras, también realizaba la diputada Elisa Carrió para respaldar la candidatura a intendente del ex ministro de Seguridad porteño Guillermo Montenegro.
«Han armado tantas cosas que no existieron, que no me extrañaría que inventan algo con que ‘fueron militantes k a agredir a alguien'».
«Si uno hace memoria de lo que fue durante nuestra gestión, los titulares de los medios, las radios… Imagínense si hubiesen tenido los medios de comunicación un nivel de críticas parecido con este gobierno», agregó la actual senadora.
«Yo no vi este nivel de blindaje mediático con ningún otro presidente. La única etapa política institucional que se puede comparar con este nivel de blindaje es la dictadura», advirtió la precandidata.
En cuanto al tratamiento mediático, Cristina también diferenció las entrevistas en las que «me interrogaban» y las comparó con las entrevistas a los funcionarios de Cambiemos.
«Me impresionó que los periodistas repreguntaran», destacó en referencia a la entrevista de Vidal en el programa Corea del Centro, conducido por Ernesto Tenembaum y María O’Donell.
«Con un buen coucheo podés ganar una elección, si tenés una buena interpretación del personaje o te favorece el contexto, pero el problema es cuando hay que gobernar. Ahí no hay coucheo que valga», sintetizó la ex presidenta.
Los prejuicios
«En esos casos se nota la importancia del tema de medios y cómo una sociedad tiene que soportar una mala gestión porque se le vendió un producto que no era tal», señaló Cristina y agregó que «además del blindaje está la manipulación». A esa altura, Cristina convocó a los argentinos a «hacer el ejercicio» de dejar lado los prejuicios y la manipulación que «hace que la gente vote en contra de sus propios intereses».
La ex presidenta incluyó entre quienes votan con prejuicios a los empresarios nacionales y relató una anécdota con el dueño de una multinacional de alimentos al que le consultó «qué hacen los peronistas para que, a pesar de que se casen de ganar plata con nuestros gobiernos, no nos respalden».
«En los periodos de los gobiernos populares fue cuando más dinero ganaron los empresarios, en los gobiernos que hay capitalismo y la gente puede consumir. Ahora, se consume comida pindonga», señaló la precandidata y bromeó con su ex ministro de Economía: «A vos, Axel, te dicen soviético. Estos son soviéticos. Capitalismo era cuando estaba Axel, que la gente compraba y consumía».
«Confiemos en la sensatez de los argentinos»
«Si no creyera que esto se puede revertir, no estaría acá», señaló la candidata del Frente Todos de cara a las PASO y se mostró esperanzada: «Confiemos en la sensatez de los argentinos», a quienes les volvió a pedir que se «abstraigan» y recuerden «cuándo vivían mejor».
La ex presidenta criticó la repetición de los modelos económicos que fracasaron en el pasado desde la última dictadura cívico-militar y señaló que «solo en los 12 años de nuestra gestión no se fue para atrás en la economía».
«Después de 12 años de gestión podíamos mirar a los ojos de las Madres, las Abuelas y los trabajadores y sentir que no los habíamos traicionado», recordó Cristina en alusión a su discurso del 9 de diciembre de 2015.
«Nunca pensé que iban a hacer esto que hicieron. No solo no cumplir con lo prometido sino hacer directamente la contrario», apuntó la precandidata, quien pidió diferenciar «las promesas de las mentiras».
La bicicleta financiera
Uno de los puntos más criticados de la gestión macrista fue la vuelta de la bicicleta financiera, que Cristina resaltó que se trata de un modelo fracasado «durante la dictadura, el menemismo y la Alianza» y exigió: «Hay que poner un punto final al endeudamiento del país con fines especulativos y fuga de dólares».
«Hay 160 mil dólares de deuda emitida, ya más que durante la dictadura. Entraron más dólares a la Argentina en estos tres años y medio que en todo el Plan Marshall.
Pero el Plan Marshall se vio, reconstruyeron Europa. Ahora, ¿dónde están esos millones que entraron al país, si tenemos cada vez más gente durmiendo en la calle y fábricas que cierran?», reflexionó la ex presidenta.
En cuanto a la deuda emitida, Cristina lamentó la falta de respaldo a su gobierno para la negociación con los fondos buitre y cargó: «Creí que el FMI como prestamista de la Argentina era un capítulo cerrado. Un capítulo cerrado por Néstor con mucho esfuerzo».
La precandidata a vicepresidenta se refirió también al procesamiento de ella y de Kicillof por la venta de dólar futuro, cuando esta misma semana el Gobierno solicitó al FMI permiso para realizar la misma operación.
«Habría que pedir la extradición de los funcionarios del FMI por ser cómplices de autorizar la venta de dólar futuro», se mofó Cristina, quien lamentó «hasta dónde llegó el disparate y la persecución».