PRONÓSTICO EXTENDIDO

Día histórico | En medio de mega movilizaciones, el Senado vota el proyecto de legalización del aborto en la Argentina

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La sesión iniciará a las 9.30 y se prevén alrededor de 12 horas de debate. Hay 37 senadores en contra y 31 a favor, además de una abstención y una ausencia con aviso. La discusión se dará en un marco de grandes movilizaciones en las calles. Si la ley es rechazada, no se podrá volver a tratar este año.

Con una tendencia en contra que se perfila como irreversible, el Senado definirá este miércoles la suerte del proyecto de ley para legalizar el aborto, en una sesión maratónica que iniciará a las 9.30 y que tendrá como marco dos grandes movilizaciones en las calles, un importante operativo de seguridad y los ojos del mundo puestos sobre la decisión del Congreso argentino.







El proyecto de interrupción voluntaria del embarazo llega al recinto con mayoría de votos en contra: 37 senadores se inclinarán por el “no” -es decir, la mitad más uno de los miembros de la Cámara- y 31 lo harán por el “sí”, independientemente de su pertenencia política, dado que el debate atravesó transversalmente a los bloques.

La legisladora Lucila Crexell (Movimiento Popular Neuquino) ratificó este martes su decisión de abstenerse, a pesar de haber presentado en las últimas horas un proyecto para despenalizar el aborto hasta la semana 12 de gestación.

Además, habrá que tener en cuenta una ausencia con aviso, de la puntana Eugenia Catalfamo -compañera de bloque de Adolfo Rodríguez Saá-, quien recientemente, y contra todos los pronósticos, declaró estar a favor del aborto legal, pero ratificó que no estará presente por complicaciones en su embarazo avanzado.

Las únicas dudas son las del santafesino Omar Perotti -quien también presentó su propio proyecto de despenalización- y el tucumano José Alperovich -que aclaró que no dará a conocer su posición hasta este miércoles, aunque se inclinaría a favor-.

Con este escenario, al sector “verde” no le alcanzará con sumar esas dos adhesiones del bloque Justicialista; si llegara a lograrlo, debería revertir al menos tres votos de la facción contraria para triunfar, o bien podría ilusionarse con ausencias del bando “celeste” al momento de la votación.

Los detalles de la sesión se acordaron este martes en una reunión de Labor Parlamentaria: los miembros informantes hablarán cada uno 15 minutos; luego, los senadores que se anoten en la lista de oradores individualmente tendrán 10 minutos; y finalmente habrá 30 minutos para cada discurso de cierre.







El debate podría arrancar con una discusión reglamentaria, dado que el proyecto no consiguió dictamen de comisiones la semana pasada porque los senadores en contra se negaron a firmar despacho, y los que están a favor no reunieron suficiente cantidad de firmas -según la interpretación oficial, se necesitaba mayoría absoluta en cada una de las tres comisiones-.

Por eso, a pesar de que ya fue votada la “preferencia con o sin dictamen” para el proyecto en cuestión, los legisladores que se oponen a la ley podrían reclamar la habilitación del tratamiento por los dos tercios de los votos.

Así las cosas, lo que se someterá a votación es el proyecto aprobado en la Cámara de Diputados el pasado 14 de junio, que despenaliza el aborto hasta las 14 semanas de gestación; incorpora la práctica al sistema público de salud; y penaliza a los médicos que se rehúsen a hacer la intervención, aunque se contempla el derecho a la objeción de conciencia de los médicos, y se la prohíbe a nivel institucional.

Dado que entre los senadores “verdes” no había acuerdo unánime en torno a esta redacción, este sector decidió plegarse a la postura de los cordobeses Laura Rodríguez Machado, Ernesto Martínez y Carlos Caserio, que proponen modificaciones que obligarían a devolver el proyecto a la Cámara de Diputados.

Entre otras cosas, en la nueva propuesta se reduce el plazo para el aborto no punible de 14 a 12 semanas; se eliminan las sanciones para médicos; y se incorpora la objeción de ideario para instituciones privadas de salud “por adscripción a determinada religión, confesión o culto”.

Sin embargo, para que estos cambios prosperen, los senadores deberían primero votar en general a favor del proyecto aprobado en Diputados, y recién en la votación en particular, artículo por artículo, podrían incorporar las modificaciones.

¿Qué pasa si el proyecto es rechazado? El artículo 81 de la Constitución Nacional establece que “ningún proyecto de ley desechado totalmente por una de las Cámaras podrá repetirse en las sesiones de aquel año”, por lo que la lógica indica que habrá que esperar hasta 2020 -después de la renovación parlamentaria- para volver a dar el debate.

Caso contrario, si los senadores a favor logran imponer las modificaciones, la pelota pasará a la Cámara baja, que podría ratificar la nueva redacción o insistir en la original, pero ya no desechar el proyecto, con lo cual la ley estaría asegurada.

Sea cual sea el resultado, la jornada de este miércoles quedará en la historia: es la primera vez que el Congreso discute en los recintos el proyecto de aborto legal, seguro y gratuito, que este año se presentó por séptima vez con un nivel de adhesiones récord y la venia del presidente Mauricio Macri para dar la discusión.