PRONÓSTICO EXTENDIDO

El fracaso de la gira por China y la tensión automotriz con México, las verdaderas razones de la caída de Malcorra

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La turbulenta gestión de Susana Malcorra tuvo dos episodios recientes que decretaron el fin de la estadía de la ex ONU en la Cancillería argentina.

Malcorra acumuló una serie de fracasos que la colocaron en el primer lugar de la lista de espera para salir del gabinete.







Su derrotero tuvo sus picos con la fallida y costosa campaña para encabezar la ONU y su papelón en las elecciones de Estados Unidos, en donde hizo jugar a Mauricio Macri abiertamente por Hillary Clinton, lo que le trajo problemas ulteriores al presidente con Donald Trump.

En agosto del año pasado, Malcorra analizaba irse a España para cuidar la salud de su marido, la única razón que esgrimió el Gobierno para explicar su renuncia. «En diplomacia, razones personales significa perder la interna», explicaron en el Gobierno.

Lo que determinó la salida de Malcorra fue la presión del sector ganador, encabezado por Fulvio Pompeo, quien logró imponer finalmente al Canciller amparado en los últimos fracasos de la ministra saliente.

En diplomacia, alegar razones personales significa que se perdió la interna, explicaron fuentes de la Cancillería, sobre la renuncia de Malcorra.

Uno de ellos fue la malograda visita de Macri a China de dos semanas atrás.

La gira no trajo los resultados esperados porque antes de avanzar en cualquier otra iniciativa, el gigante asiático esperaba detalles del informe ambiental de las represas de Santa Cruz. Ese informe lo exigió la Corte Suprema para reactivar las obras acordadas por Cristina Kirchner, que China impuso continuar a la actual administración, antes de avanzar en los otros acuerdos.







Como Macri no estaba al tanto del tema, el embajador en China, Diego Guelar, le había pedido que demorara su visita hasta septiembre, cuando se estima que los informes podrán estar terminados y aprobados.

Sin embargo, el pedido de Guelar no fue escuchado porque Macri quería participar del foro sobre conectividad internacional («Una Franja y una Ruta para la Cooperación Internacional») y aprovechar para empalmar la visita de Estado prevista para este año, aunque no tuviera bien amarrados los convenios a tratar. Como resultado del apuro, los chinos sólo mostraron interés por la construcción de la planta de energía renovable Cuchari Solar, en Jujuy, un proyecto que el gobernador Gerardo Morales viene gestionando por su cuenta.

En el gabinete le achacaron a Malcorra, la interlocutora con los embajadores, que no haya convencido a Macri de escuchar las advertencias de Guelar.

Malcorra y el secretario de Economía de México, Idelfonso Guajardo.

A Malcorra también la cuestionaron por la meseta a la que arribó la relación de la administración de Macri con México.

En el inicio del mandato de Macri, con Dilma Rousseff aún en la presidencia de Brasil, México asomaba como el principal aliado de Argentina en Latinoamérica.

El presidente azteca, Enrique Peña Nieto, fue uno de los más interesados en sumar a Argentina a la Alianza del Pacífico y se mostró dispuesto a negociar un Tratado de Libre Comercio con Macri.

Sin embargo, poco y nada se avanzó en ese camino y encima ahora en México tienen reparos sobre las reales intenciones de Argentina de cumplir con sus compromisos bilaterales en relación al comercio automotriz.

Argentina y México tienen vigente un Acuerdo de Complementación Económica llamado ACE 55 por el que se acordó un cupo «creciente» de comercio de automóviles libre de aranceles, de hasta 637 millones de dólares en su punto más alto.

El objetivo de los mexicanos es que ese acuerdo parcial pase a ser un TLC. Así se lo hicieron saber en marzo de 2015 a la entonces ministra de Industria de Cristina, Débora Giorgi.

Pero como Giorgi argumentó que un TLC en ese momento aplastaría la industria argentina, se extendió entonces el ACE 55 hasta mediados de 2018, con una cláusula para que luego de la fecha de vencimiento de ese acuerdo haya un TLC de manera automática.

Fuentes del sector automotriz aseguraron a LPO que los mexicanos tienen la certeza de que Argentina incumplirá nuevamente el compromiso de pasar a un TLC y por eso analizan presentar una demanda ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). A Malcorra la cuestionaron internamente por no haber anticipado esa crisis con la administración de Peña Nieto.






En el Gobierno argentino aseguraron a LPO que los mexicanos pueden tener argumentos para sostener esa teoría, pero que al día de hoy la denuncia no tendría cabida ya que el ACE 55 sigue vigente por un año más.

Como sea, México envió señales de su malestar días atrás: El primer gran embarque de maíz que compró por fuera de lo que tradicionalmente había en Estados Unidos -en una señal de fuerza a Trump- no fue a la Argentina, sino a Brasil.

La señal más fuerte del enojo de los mexicanos se dio días atrás cuando, con aval de la Unión Europea (UE) y otros países, se quejaron ante la OMC por los subsidios que el gobierno argentino brinda a productos nacionales para la industria automotriz a través del Régimen de desarrollo y fortalecimiento del autopartismo, en vigencia desde diciembre pasado.