PRONÓSTICO EXTENDIDO

El misterioso avión de venezolanos e iraníes que volaba «en secreto» y fue retenido en Ezeiza

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Un extraño episodio, todavía sin explicaciones claras a nivel oficial, tiene como protagonista a un avión carguero de bandera venezolana que fue «inmovilizado» en el Aeropuerto de Ezeiza, presuntamente a causa de sanciones impuestas desde los Estados Unidos. 

También agrega misterio al tema que se les hayan secuestrado los pasaportes a doce ciudadanos venezolanos y cinco iraníes que iban a bordo, y si bien pueden salir del país, deberán regresar a Venezuela o al sitio que quieran en aviones de línea.

El caso encierra aristas todavía más sospechosas, ya que además de reclamar precisiones sobre el vuelo, desde la oposición de indicó que el Boeing 747 voló desde Córdoba a Buenos Aires «con el transponder apagado, como si quisiera no ser localizado» mientras atravesaba territorio argentino.

Se trata de un enorme Boeing 747 Dreamliner de la empresa Emtrasur, que aterrizó el lunes pasado en el aeropuerto de Córdoba, obligado por la cerrada niebla que había en Buenos Aires y alrededores. Luego hubo una frustrado regreso a Caracas y cuando aterrizó de nuevo en Ezeiza lo esperaban la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), personal de la Aduana, Policía Federal y de la Dirección de Migraciones.

Semejante procedimiento se debía, según las versiones, a información de inteligencia «de varias agencias mundiales». Sucede que luego se supo que los vuelos de ese gigantesco avión ya vienen bajo sospecha desde febrero pasado, cuando fue transferido a la compañía venezolana por la empresa iraní Mahan Air, una compañía que Estados Unidos sospecha que colabora con el régimen de Teherán en el respaldo logístico de actividades terroristas.

Desde sectores de la oposición lanzaron sus sospechas y preguntaron por las maniobras de la aeronave, que voló entre Buenos Aires y Córdoba con el transponder apagado, como si no quisiera ser localizado.

«Le pedimos al Gobierno que brinde información clara sobre el anómalo comportamiento de la aeronave que voló sobre nuestro territorio con el transponder apagado», escribió el diputado de Juntos por el Cambio Gerardo Milman en su cuenta de Twitter. «¿Fue un vuelo de carácter oficial o privado? ¿Por qué no quería ser localizado?», preguntó el legislador.

También el diputado Waldo Wolf se sumó con otro tweet: «Sufrimos 2 atentados con Irán acusado por nuestra justicia. Llego un avión Iraní con Venezolanos con procedimientos irregulares. Cuantos silencios».

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, se limitó a compartir la noticia de lo ocurrido con un texto informativo: «El Gobierno inmovilizó en Ezeiza un avión venezolano sancionado por Estados Unidos y le retuvo el pasaporte a cinco tripulantes iraníes».

Según trascendió, el avión «transportaba autopartes para una empresa automotriz, se revisó la carga varias veces, pero no se encontró nada extraño y fue liberada».

Pero a pesar de ello, algunas de las cinco personas con nacionalidad iraní quedaron bajo sospecha de estar conectadas o tener presuntos nexos con las Fuerzas Quds, que responden a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, especializada en guerra asimétrica, además de operaciones de inteligencia militar. Estas fuerzas, además, son las responsables de realizar actividades fuera de las fronteras de Irán.

Pero en el medio de toda esta historia, hubo otro episodio que no tuvo explicaciones certeras. El carguero venezolano iba a retornar el miércoles por la tarde a Caracas, llegó incluso a despegar desde Ezeiza, pero a los 45 minutos regresó al Aeropuerto Pistarini, donde se dispuso que quedara «retenido» y se les secuestraron los pasaportes a sus tripulantes.

Antecedentes sospechosos

El Boeing 747-300 de la compañía Emtrasur ya había llamado la atención de las autoridades aeronáuticas paraguayas el mes pasado por la excesiva cantidad de tripulantes que llevaba, siete de los cuales eran de origen iraní. 

Sucede que ese tipo de vuelos suele tener de 6 a 7 tripulantes, y en el caso del carguero venezolano, llegó a Asunción con 18 tripulantes.

El avión había aterrizado el 13 de mayo pasado en Ciudad del Este y llevaba esa tripulación poco habitual para ese tipo de transportes. Se trataba de 7 iraníes y 11 venezolanos.

«Es lo que la empresa declaró, realmente los aviones cargueros siempre traen 6 o 7 tripulantes: llamó la atención que haya venido más gente«, detalló el director de Aeropuertos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) de Paraguay, Douglas Cubilla al ser consultado entonces por ABC Radio Cardinal AM 730 de Asunción. 

El avión permaneció en el aeropuerto hasta el lunes 16 a las 3 de la mañana cuando despegó  rumbo a Aruba. Según declararon, transportaba un cargamento de cigarrillos de la empresa local Tabesa, uno de cuyos accionistas es el expresidente paraguayo Horacio Cartes.