Las elecciones en Tucumán volvieron a darle un fuerte golpe a la fuerza que lidera Javier Milei. Ricardo Bussi, candidato a gobernador de Tucumán, que contó con el respaldo explícito del diputado de la Libertad Avanza, sacó menos de tres puntos en la votación de este último domingo en la que el peronismo, con Osvaldo Jaldo a la cabeza, ganó.
Las expectativas de Javier Milei y de todo el espacio de la Libertad Avanza estaban puestas en una buena performance de Ricardo Bussi con el sello del partido de ultraderecha. De hecho, se esperaba que -incluso- alcance por lo menos un 10% de los votos en su provincia, según ellos mismos se habían propuesto. Sin embargo, ya entrada la medianoche en Tucumán, el hijo del genocida Antonio Bussi, no alcanzaba el 3% de los votos en el escrutinio y eso, por otro lado, significa que fue una de las derrotas más duras que tuvo, ya que en otras ocasiones había logrado más votos. De hecho, en 2019, había alcanzado el 13,9% de los votos y se marcó una estrepitosa caída.
En este sentido, vale decir que la estrategia de la Libertad Avanza en todo el país fue tratar de elegir pocos candidatos para apoyar en todo el país. Sin embargo, en el caso de Ricardo Bussi hubo un apoyo explícito por parte de Javier Milei. Incluso se lo vio caminando por Tucumán brindándole el apoyo y, además, le entregó la posibilidad de usar el sello partidario. En este punto, volvió a haber un golpe duro para ese espacio ya que la otra vez en la que hubo un respaldo a un candidato el resultado también fue magro.
Hace un par de semanas, Javier Milei se había presentado en La Rioja para apoyar explícitamente a Martín Menem, hijo del ex senador Eduardo Menem, y dueño de un apellido potente en esa provincia. No obstante, más allá de esa situación lo cierto fue que sacó un 15% muy lejos del ganador Ricardo Quintela, que superó el 50% y, además, de Felipe Álvarez de Juntos por el Cambio.
Con respecto a Bussi, en 2020, fue denunciado por abuso sexual con acceso carnal, en el marco de una causa que también lo involucra a delitos de corrupción. La víctima era colaboradora de Bussi desde fines de 2019 y el hecho central de la denuncia sucedió el 10 de marzo. Según consta en el expediente, «cuando se comunicó con el legislador mencionado, el mismo la citó en su despacho ubicado en el edificio de la Legislatura, y quedando sola con él en el mismo lugar, Ricardo Bussi la forzó a practicarle sexo oral, luego de lo cual la liberó y pudo huir del lugar».
