El debate presidencial de cara a las elecciones 2023 se centró en la economía. Con chicanas previsibles y poca sorpresa, Sergio Massa y Javier Milei polarizaron durante las dos horas, con alguna crítica dirigida a Patricia Bullrich, quien le pegó al kirchnerismo e insistió en mostrar a Juntos por el Cambio como el espacio opositor con capacidad de gobierno. En una semana se volverán a ver en la Ciudad de Buenos Aires.
Poca novedad dejó el debate que se llevó a cabo en el Centro de Convenciones FORUM, en la ciudad de Santiago del Estero. Las propuestas esbozadas fueron una recapitulación de lo que hasta acá enunciaron en distintos tramos de la campaña.
En sintonía con lo que marcan las encuestas, los candidatos de Unión por la Patria y La Libertad Avanza se eligieron para confrontar, aunque también le apuntaron a Bullrich por razones distintas. Massa para evitar que la principal alianza opositora caiga en los sondeos y Milei para conquistar su voto duro.
Massa pidió perdón por los errores del gobierno de Alberto Fernández, aunque se despegó del mismo y aseguró: «Ahora viene una etapa nueva, mi gobierno. No este Gobierno». Buscó en todas sus intervenciones interpelar al electorado. Le habló a quien estaba del otro lado de la pantalla, mostrando empatía. “Sé que sentís el dolor y la frustración de que las cosas no van bien”, deslizó. Desde su equipo evaluaron ante este portal: «Estuvo tranquilo y claro. Buscó los puntos que le falta, por eso le habló a la gente».
Resaltó las medidas económicas anunciadas en las últimas semanas para compensar la devaluación del peso impuesta por el FMI y marcó que ese será el sendero de su eventual gestión. Tras calificar el acuerdo por la deuda que tomó Mauricio Macri como “criminal” e “inflacionario”, prometió: “Vamos a seguir bajando impuestos como el impuesto a las ganancias”.
El segmento económico concentró tanta energía de los candidatos que Massa y Milei agotaron en ese bloque sus cinco derechos a réplica. Allí, el candidato del oficialismo lanzó la única propuesta que no se había escuchado hasta acá y que consiste en la creación de «una moneda digital argentina».
Como lo viene haciendo en este segundo tramo de campaña, Massa buscó ir más allá de las fronteras de la coalición y reiteró que en caso de ganar las elecciones encabezará un gobierno de «unidad nacional» en el que participarán «sindicalistas, empresarios, radicales, liberales o del PRO».
Acto seguido, señaló que la mejor forma de resolver los problemas del país es “sentarnos a plantear soluciones, no hacer discursos fáciles y vacíos de contenido».
En el segmento del cruce, logró molestar a Milei al reclamarle que pida «perdón» al papa Francisco por haberlo descalificado. El libertario dijo que ya había pedido disculpas por sus dichos pronunciados cuando no estaba «en política» y que lo volvería hacer. Fuera de micrófono, Massa le achacaba: «Hacelo, hacelo». El libertario no solo no volvió a disculparse sino que se corrió de ese lugar tranquilo que intentó mostrar y expuso un atisbo del Milei más verborrágico que se conoce en los medios: «Dejame hablar que tengo el tiempo corriendo».
Hubo espacio para chicanas. Myriam Bregman lanzó una frase que se viralizó rápidamente cuando llamó “gatito mimoso del poder económico” a Milei al vincularlo con el empresariado que hizo contratos millonarios con el Estado y mostrar su contradicción al hablar de «casta política» pero vincularse con el gremialista Luis Barrionuevo. Quien también le apuntó por su vínculo con el gastronómico fue Bullrich: «Dijiste que no se puede hacer un nuevo país con los mismos de siempre y te aliaste a Barrionuevo, ¿qué vas a hacer?». El libertario se defendió: «Barrionuevo es casta y vos sos más casta. Hacés mucha pompa de que cambiaste, ¿acaso seguís siendo montonera tira bomba?».
En el mano a mano, Milei buscó dejar expuesta a Bullrich por su dificultad al momento de hablar de economía, algo que buscó suplir al hablar de “equipo” y que el mismo está liderado por Carlos Melconian, quien será su ministro de Economía si es Presidenta.
“Ya dos veces esquivó la respuesta sobre cómo piensa bajar la infación, ¿qué va a hacer con las leliq que es emisión monetaria futura?». La candidata de JxC arremetió: «Mie Milei, usted no me va a decir lo que yo tengo que decir. Voy a decir lo que creo que el país necesita».
La candidata del Frente de Izquierda no solo fue contra el libertario sino que esbozó en varios momentos la idea de que el resto “son todo lo mismo”. Su mayor protagonismo fue el el segmento de «derechos humanos y convivencia democrática», en el que se guardó varios de sus derecho a réplica para responsabilizar a Bullrich por la muerte de Santiago Maldonado y reafirmó que fueron 30 mil los desaparecidos por la última dictadura frente al negacionismo de Milei.
El candidato de ultraderecha supo usar la cámara. Como los micrófonos estaban apagados cuando no tenía la palabra, sus gestos buscaban negar y bajar el precio de las acusaciones de quien lo interpelaba. También fue contra todos como Bregman, pero en vez de llamarlos “socios del FMI” los acusó de ser “la casta” y corresponsables de lo que llamó “la debacle” del país desde 1983 para acá.
No dijo nada de las consecuencias económicas del gobierno militar. Sino más bien se encargó de decir que lo que ocurrió en esos años oscuros fue “una guerra” y cuestionó la bandera de los 30 mil desaparecidos alentando así la teoría de los dos demonios.
Bullrich, que en varios momentos se trabó y no mostró fluidez al expresar sus ideas, buscó mostrarse como una oposición capaz de poder gobernar con “poder político” al hacer referencia a las provincias que ganaron en estas elecciones y a los bloques legislativos.
“Hace 20 años damos la batalla contra el kirchnerismo. No alcanza con ganar las urnas, hacen falta cambios profundos y que duren. Juntos por el Cambio es la única oposición que va a garantizar el cambio”, afirmó.
Con la intención de colarse en un ballotage contra el más votado en las PASO, en algunos tramos del debate Massa y Bullrich concentraron sus críticas a Milei. Una de ellas fue sobre la propuesta de «privatizar» la educación a través del sistema de vouchers. Massa afirmó que la educación debe ser un «derecho para todos y todas, pública y gratuita» y que es un «instrumento de movilidad social ascendente». Recordó que envió al Congreso un proyecto de ley que establece una suba de 6 a 8 puntos del PBI la inversión mínima en educación.
La exministra de Seguridad de Cambiemos fue contundente contra el libertario, al que acusó de que en la cuarentena por el coronavirus pedía mantener cerradas las escuelas y lanzó: «No te importa la educación; andá con el voucher a la puna, donde hay una sola escuela; no conocés Argentina, planteás un modelo para la ciudad (de Buenos Aires), y el país es más que la Ciudad».
Schiaretti pareció preocupado en recuperar votos en Córdoba, la provincia que gobierna. En varios momentos puso su gestión como modelo y llamó a “dejar atrás la grieta” al asegurar que “esos candidatos ya fracasaron”. En pos de proponer mayor federalismo, cuestionó los subsidios que se destinan a empresas como Edesur, Edenor y AySA que se traducen en tarifas más baratas para los habitantes del AMBA, la zona que concentra el caudal electoral más importante del país.
Poco y nada se habló, salvo Bullrich y Bregman, de las fotos que se conocieron este fin de semana sobre el viaje de lujo en Europa de Martín Insaurralde con una modelo. Massa se refirió al hecho cuando se retiraba del edificio y aseguró que «cometió un grave error” y pidió que renuncie a su candidatura como concejal en Lomas de Zamora. Según informaron fuentes de UP, la misma se producirá este lunes.
El gobernador Axel Kicillof, a quien lo tomó por sorpresa las imágenes cuando estaba en un acto gremial y se mostró dolido por el hecho, impulsa la disolución de la Jefatura de Gabinete.
Desde este lunes se escucharán repercusiones y análisis a través de los cuales los distintos campamentos buscarán instalar la idea de que su candidato o candidata se impuso. Esos análisis deberán durar poco ya que el próximo domingo será el segundo debate.
En la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires se volverán a ver los aspirantes a la Casa Rosada y tendrán una nueva oportunidad para presentar sus ideas y convencer a indecisos. La discusión en la Ciudad de Buenos Aires será en base a los ejes “Seguridad” y “Trabajo y Producción”, mientras que el tópico elegido por el público fue “Desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente».