Un nuevo y conmocionante episodio sacude a las fuerzas de seguridad y armadas del país. Facundo Gabriel Lima, soldado voluntario del Ejército Argentino, fue encontrado sin vida en su departamento de la localidad de Las Heras, Mendoza, durante la tarde de este jueves 19 de diciembre, en un hecho cuyas causas aún no fueron esclarecidas.
El fallecimiento fue reportado a la Policía alrededor de las 17:30, luego de que familiares del joven lo encontraran sin signos vitales en su vivienda. De inmediato, se activó el protocolo correspondiente y la investigación quedó en manos de la Policía Científica de Mendoza y de la Oficina Fiscal N.º 1 de Las Heras, que trabajan para determinar las circunstancias exactas de la muerte.
Lima prestaba servicio en la Guarnición Ejército Mendoza, desde donde se emitió un comunicado oficial confirmando el deceso. En el escrito, la fuerza aseguró que “las autoridades del elemento donde el soldado cumplía funciones se encuentran a total disposición para colaborar con todo lo que requieran las autoridades judiciales intervinientes”.
Hasta el momento, no se informó la causa del fallecimiento, lo que incrementa la preocupación y el impacto del caso tanto en el ámbito militar como en la sociedad.
Dolor y silencio oficial
Desde el Ejército Argentino expresaron su profundo pesar por la muerte del soldado y transmitieron sus condolencias a familiares, amigos y camaradas, en medio de un clima de consternación que vuelve a poner el foco sobre la situación emocional y psicológica del personal de las fuerzas.
Una seguidilla de muertes que alarma
La muerte de Facundo Lima se produce en un contexto alarmante, luego de que cuatro integrantes de fuerzas de seguridad fueran encontrados sin vida en distintos puntos del país en pocos días, en hechos que la Justicia investiga, en su mayoría, bajo la hipótesis de suicidio.
Días atrás, un soldado de 21 años, identificado como Rodrigo Andrés Gómez, fue hallado muerto en una de las garitas de seguridad de la Quinta Presidencial de Olivos. El joven, integrante del Regimiento de Granaderos a Caballo, fue encontrado por sus compañeros y en el lugar se secuestró su arma reglamentaria junto a una carta de despedida, incorporada al expediente judicial. La principal hipótesis apunta a una autodeterminación.
El mismo martes, el gendarme Diego Matías Kalilec, también de 21 años, fue encontrado sin vida en la vivienda que alquilaba en el barrio Centenario de Santiago del Estero, hecho que profundizó la preocupación dentro de la fuerza.
Un día después, el miércoles, el suboficial principal Juan Pereira, de aproximadamente 50 años, fue hallado muerto en el cuartel de la Guarnición Ejército Monte Caseros, en la provincia de Corrientes. Aunque la causa fue caratulada como “averiguación de causales de muerte”, las primeras hipótesis judiciales evaluaron un posible suicidio.
Según trascendió por fuentes cercanas a la investigación citadas por medios locales, uno de los casos estaría vinculado a un episodio de violencia previa, lo que refuerza la complejidad y gravedad del contexto que rodea estos hechos.
Preocupación creciente
La seguidilla de muertes genera alarma social y reaviva el debate sobre la contención psicológica, las condiciones de servicio y el acompañamiento institucional dentro de las fuerzas armadas y de seguridad. Mientras avanzan las investigaciones judiciales, el silencio oficial sobre las causas concretas de estos fallecimientos no hace más que profundizar la inquietud.
