PRONÓSTICO EXTENDIDO

Espionaje Supremo | El espía arrepentido declaro a Ramos Padilla que espiaban a miembros de la Corte Suprema

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El ex agente Rolando «Rolo» Barreiro habría confesado que la red que integraba D’Alessio trabajaba para Silvia Majdalani, la número dos de la AFI, y espió a los jueces Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.







Un gravísimo conflicto institucional amenazaba este lunes con desatarse en el país.

El ex agente de la Agencia Federal de Inteligencia, Rolando «Rolo» Barreiro, habría confesado que la red de espionaje ilegal que integraba junto al presunto agente de la DEA, Marcelo D´Alessio, espió e hizo un seguimiento personal a dos integrantes de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti.

Si la información se confirma se trata además de un escándalo internacional, uno de los más graves conflictos institucionales. Barreiro fue hasta el 2016 agente de la AFI y luego dejó el cargo para sumarse a una banda que hacía espionaje ilegal, según lo que trascendió de su testimonio, para la número dos de la AFI, Silvia Majdalani, una funcionaria de línea directa con Mauricio Macri y su mejor amigo, Nicolás «Nicky» Caputo.

 Barreiro lleva tres días declarando ante el juez federal Alejo Ramos Padilla y las declaraciones de este agente abren una ventana a un extenso dispositivo de espionaje ilegal que realizaba escuchas y seguimientos para armar operaciones de presión política sobre adversarios del gobierno y hasta de aliados incómodos, como la gobernadora María Eugenia Vidal.







El agente de inteligencia Barreiro habría declarado ante la justicia que en la AFI se construyó una red de espionaje ilegal que él integraba junto al falso abogado D´Alessio y los ex comisarios Degastaldi y Bogoliuk, que respondían a la número dos de ese organismo, la macrista Silvia Majdalani.

Este lunes el clima en la Corte Suprema era muy espeso. Fuentes del máximo tribunal confirmaron la indignación de Rosatti.  «Estamos hablando de tareas de inteligencia, esto no va a quedar así», agregaron las fuentes.

«Esto no es un trascendido periodístico, estamos hablando de un testimonio de un agente de inteligencia ante la justicia federal», subrayaron las fuentes consultados.

Los integrantes de la Corte tienen agendado una reunión de acuerdo para este jueves, pero podrían reunirse antes.

En el máximo tribunal también llamó la atención que ante los trascendidos no se haya comunicado nadie del gobierno. Ni el jefe de Gabinete, Marcos Peña, ni el ministro de Justicia, Germán Garavano, habituales interlocutores de la Casa Rosada con la Corte Suprema.

La situación es tan delicada que en la Corte Suprema han decidido manejar la situación con extrema prudencia para evitar algún movimiento en falso que permita argumentar nulidades contra la investigación de Ramos Padilla.

Este lunes, el juez de Dolores citó para el jueves 4 de abril a Gabriel Bouzat, socio del estudio de Rosenkrantz y también presunta víctima del espionaje ilegal. Con esa decisión, Ramos Padilla abonó los trascendidos.

 

Los titulares de la AFI, Silvia Majdalani y Gustavo Arribas.

Pero si bien la revelación de presunto espionaje sobre Rosatti y Rosenkrantz es lo que surge como de mayor gravedad, no es el único escándalo que surge de la declaración de Barreiro. Este ex agente no conforme con nombrar a otros funcionarios, agentes y periodistas en sus tres jornadas de declaración testimonial pidió someterse a la ley de arrepentido, sancionada ni bien llegó Mauricio Macri a la Casa Rosada y utilizada para facilitar la investigación de casos de corrupción kirchnerista.







Uno de los personajes sometidos a ese régimen es Leonardo Fariña, que según habría revelado Barreiro habría «acomodado» se declaración como arrepentido en una negociación con el ministro de Justicia, Germán Garavano. Se menciona en ese sentido a Giselle Robles, ex abogada de Fariña, que según los trascendidos habría negociado con Garavano el testimonio de su defendido.

Las explosivas declaraciones de Barreiro descolocaron al fiscal Juan Carlos Curi, quien ya buscó sin éxito apartar a Ramos Padilla de la causa y ahora intentaría desacreditar a Barreiro y rechazar su pedido de protección pública para retratar las operaciones de espionaje ilegal capaz de estallar a la cúpula de la AFI. La excusa sería que no es posible dar a conocer información de inteligencia sin un decreto del presidente Mauricio Macri que exima al agente de la violación del secreto de inteligencia. Sin embargo, los hechos que relata Barreiro son posteriores a su salida formal de la AFI.

Las explosivas declaraciones de Barreiro descolocaron al fiscal Juan Carlos Curi, quien ya buscó sin éxito apartar a Ramos Padilla de la causa y ahora es renuente a otorgarle al ex agente la protección que ofrece el sistema de arrepentidos.

Barreiro, de 38 años, confirmó que tras renunciar como agente se sumó a una agencia paraestatal liderada por Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk, los ex comisarios detenidos que habrían respondido al mando de Majadalani, la segunda de Gustavo Arribas en la ex Side.

Ambos deberán enfrentar este jueves a los legisladores que integran la bicameral de control de los servicios de inteligencia.

Barreiro habría confesado que la información recolectada recaía en Majdalani y en su jefe de Gabinete, Darío Biorci,y que mientras fue agente de la AFI, Bogoliuk tenía una oficina a su lado.

El otro protagonista de esta banda de espionaje ilegal equipo sería el fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone, separado del cargo por un pedido directo de Vidal y que este lunes también se dio una vuelta por el juzgado de Dolores.

Lo investigan por haber aportado información migratoria y listados de llamadas telefónicas de algunos «objetivos» de la AFI.